Chihuahua, Chih.- Don José Tarango, originario de Parral, tiene cinco décadas dedicándose a la construcción de futbolitos, que elabora de forma manual, y que vende por mercado libre a todo el estado y el país.
Dura una semana en armarlos y los vende en 6,200 pesos, más baratos y de mejor calidad que los que se expenden en centros comerciales o fábricas especializadas, que los ofrecen hasta en diez mil pesos.
Los de Don José, pesan cerca de 80 kilogramos, están hechos de madera y los monitos de aluminio.
Con infinita paciencia, su esposa pinta los uniformes de los equipos, armada con una brocha. Hay del América, de Chivas, de Pumas, de la selección mexicana.
Y son de colores: azul, negro, rojo, crema…
Su taller está ubicado en la calle Álamos, a una cuadra de la Estación Diamante del Vivebús, allá por el boulevard Fuentes Mares, en donde vive con su familia.
Dice que su problema es que no sabe administrar el dinero que gana y que, aunque la gente piensa que gana mucho, todo se le va como agua entre las manos.
También juega. Con inusitada pasión, el artesano, de 84 años de edad, toma las perillas de dos varillas y rehiletea con fuerza los monos para meter gol en las porterías.
Sus futbolitos son de moneda. Sólo bajan las bolas cuando se les deposita un peso en la ranura y se oprime el botón.
Al caer las bolas en el depósito, el juego y la emción inician…
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