Enferma de coronavirus comparte su experiencia
Camargo, Chih.- Muchas personas, a estas alturas de la pandemia, siguen sin creer que el coronavirus exista, pero la realidad es que hay mucha gente en el mundo enfermando a diario, y peor aún, muriendo a causa del COVID-19.
Una mujer de Camargo, que prefirió quedar en el anonimato, por cuestiones de seguridad, compartió su testimonio, pues en carne propia padeció la enfermedad.
La mujer relata que ella era de las personas que seguía las medidas sanitarias de precaución; sin embargo, el virus llegó a su hogar de alguna forma.
«Yo dije: ‘ya me voy a relajar, total, no creo que nos dé, y fue cuando llegó, cuando menos lo esperaba’.
Presenté síntomas 4 días después de contagiarme, un jueves por la madrugada comencé con dolor muscular, me dolía la cabeza, tuve poca fiebre y tos; el viernes fui perdiendo el olfato, el gusto; el sábado amanecí con conjuntivitis fuerte; el domingo solo me dolía la cabeza y el lunes me dolía el pecho.
Nunca dejé de usar cubrebocas, dormí un mes con cubrebocas para evitar contagiar a mi hija, porque era mi mayor temor».
El médico le había dicho que era COVID-19, solo habría que esperar los resultados de la,prueba PCR, que le fue realizada en Chihuahua un jueves y el lunes le comunican que su prueba dio positiva a coronavirus, pero ella ya no se sentía mal, solo persistía el dolor en el pecho.
La mujer explicó que se encuentra bajo observación, pero ya está fuera de peligro y ya no es portadora del virus.
Atribuye a su buena alimentación y vida saludable que el coronavirus no haya afectado de manera grave su salud.
«Al principio no lo podía creer, pero sabía que era cierto pues es una sensación muy rara, yo tuve un ardor en el estómago y la sensación en la nariz es diferente, es pesado el virus. Pero estuve tranquila y me encomendé a Dios pidiéndole salud. Además, yo salí con puro paracetamol y muchos líquidos, mucho té.
Todos los días me hablaba el epidemiólogo de Chihuahua para preguntar por mi estado de salud, mi saturación de oxígeno y cómo estaba mi familia. Hasta ahorita me siguen hablando para saber cómo me siento. Tengo mucho que agradecerle a los médicos y a mi buen servicio: Pensiones».
Comentó: «Nunca tuve dificultad para respirar, solo presenté síntomas 5 días, solo el pecho me sigue doliendo, pero me dieron ejercicios para fortalecer los pulmones porque pierdes capacidad de oxigenación de hasta el 40%. Yo siempre hice ejercicio cardiovascular y aguantaba hasta 50 minutos, ahora hago 10 y me siento agotada».
Finalizó su testimonio haciendo un llamado a la conciencia y responsabilidad: «Están en su derecho de no creer, pero también tienen que ser conscientes de que si no se cuidan ellos ponen en riesgo a más población. Más vale un rato de aburrimiento que una vida enferma. El virus existe, está presente y te contagias cuando menos lo esperas».
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