Saucillo Chih.- Por considerar que el titular de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Saucillo, Oscar Márquez Guardiola, ha convertido el organismo operador del agua como una oficina recaudatoria o de servicios financieros, habitantes de ese municipio, particularmente de las colonias rurales se organizarán para pedir su destitución.
Esta problemática no es nueva ya que desde el año pasado, esta persona comenzó a instalar medidores en las colonias rurales, pese a que los usuarios le solicitaron una explicación, además de que los recibos llegaban con cobros muy elevados.
Ahora, de las comunidades rurales de Saucillo se ha presentado la queja contra el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Óscar Márquez Guardiola, pues, aseguran que convirtió a la dependencia estatal en una oficina recaudatoria o una especie de institución de servicios financieros.
Aseguran que el funcionario estatal no ve ni escucha a los pobladores, que estallaron en quejas por la instalación de medidores que elevaron los cobros de la JMAS inexplicablemente, pues siempre tiene como pretexto, a través de su tesorero Manuel Jaramillo, “de que lo mandó llamar el gobernador Javier Corral para tratar asuntos urgentes”.
No obstante, los quejosos han señalado que lo único que le interesa a Márquez es que suene la caja registradora de la JMAS de Saucillo, sin importar las condiciones de la gente a la que le puso medidores o, peor aún, sin tomar en cuenta que en algunas comunidades fue un verdadero abuso, pues la red de agua potable no la puso la dependencia, sino los habitantes, él nomás llegó a aprovecharse de toda la infraestructura para colgar los dispositivos y comenzar a cobrar.
Por ello, los quejosos señalaron que esta insensibilidad la han padecido pobladores de todas las comunidades más grandes de Saucillo, pues ha hecho uso hasta de la fuerza pública para instalar sus medidores, lo que ya fue el colmo.
Por ello, es que los pobladores se están organizando para pedir su destitución, pues están de acuerdo en los cobros de agua potable, a los que no se niegan, e incluso podrían estarlo con los medidores y las nuevas disposiciones, pero no de la forma abusiva, arbitraria y prepotente con la que se conduce el funcionario.
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