Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Foto)–
Delicias, Chih.- “Eran las 7:19 de la mañana del jueves 19 de septiembre de 1985 cuando empezó a temblar. Me acababa de bañar y me disponía a irme a trabajar y minutos más tarde todo era destrucción y muerte”, recuerda a 30 años de la tragedia el deliciense Dr. Mario de la Peña, entonces estudiante en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Él se encontraba en la ciudad de México esa trágica mañana del 19 de septiembre de 1985, hace exactamente 30 años, y le tocó vivir el sismo, ya que en aquel entonces, se acababa de bañar y se alistaba para irse a trabajar, pero en pocos minutos todo era destrucción y muerte, en medio de polvo, escombros, llantos de familias, gente corriendo, desesperación y estrés a su máxima expresión, en una fecha que aún permanece en su mente, pues se iba a graduar del Poli y la graduación tuvo que posponerse, al convertirse su escuela en albergue.
De la Peña dijo que estaba en el Centro, justo frente del IPN, por el Oleoducto y los edificios de cinco pisos salieron volando, quedando convertidos prácticamente a nada.
Dijo que eran él y un compañero de especialidad y en El Hospital Español, Horacio Chávez, quien quería renunciar.
De la Peña vivía con una hermana y sobrina en una casa de Tlatelolco.
Recuerda que todos salieron a la calle y los demás habían hecho lo mismo y se fueron hasta un camellón de la calle.
En aquella trágica mañana ya se había derrumbado un Sear´s, un supermercado y la iglesia.
Cuando empezaron a establecerse las condiciones regresaron al departamento y por una línea en la sala salía agua, pero no hubo más problemas ahí.
Del primer edificio que se cayó murieron varias personas. Por esos días de graduarían del IPN, pero se suspendió la ceremonia y se pospuso para más adelante, ya que el Politécnico se convirtió en albergue y duró por meses hasta que se hizo por fin la ceremonia de graduación.
“Había gente por todos lados, unos buscando a sus familiares, y el Ejército y las unidades de auxilio trabajaban en remover los gigantescos amontonamientos de escombro y tierra en busca de personas con vida, en un pasaje que permanecerá en mi mente mientras viva”, dijo De la Peña.
Todo tipo de sentimientos le vienen a la mente del Dr. Mario de la Peña, pues siempre ha estado cerca de las grandes tragedias, ya que estuvo también en el ataque a las Torres Gemelas de septiembre 11 de 2001, ya que él vivía en un suburbio de Nueva York.
Según reportes de prensa, la cifra oficial de muertos fue de tres mil 692.
jesusaguirre25@hotmail.es
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