LA FE
La fe es confianza no desafío, no se puede confiar en DIOS y desafiarlo a la vez, de la literatura de AA .
En términos contables -confianza- es una garantía, y si yo quiero practicar la fe debo de tener la garantía, la seguridad de que todo va a salir bien ¿cómo actuaría si supiera que todo va a salirme súper bien? -Entonces por qué batallo para usar el poder más grande que ha encontrado el ser humano LA FE, por mi egoísmo creo, y en ocasiones más grande, más fuerte que DIOS no le se pedirle ordeno o exijo,
La otra vez me decía mi señora: pídele a DIOS que te ayude a poner tu centro de rehabilitación para los adictos
-¿Qué? Le dije,
-Si que le pidas a DIOS que te ayude
-¿Qué dices?
-¿Estas sordo o que?, Que te ayude pídele a DIOS
-Si oigo bien, pero la petición que quieres que haga está mal hecha
-¿Cómo? replicó mi mujer!
-Si, no es EL entonces quién? Solo EL, pero resulta que él no trabaja para mí, yo le tengo que decir; SEÑOR en qué te ayudo para que TU habrás un centro de rehabilitación en esta ciudad, que sea EL el que lo habrá así cuando yo ya no esté en este globo terráqueo siga funcionando por que la obra la hizo EL.
Cuando mi ego se entromete hecho a perder los planes de DIOS con mi cabezota loca fuerzo los designios de DIOS .
Desde pequeño me adiestraron: pide a DIOS, pídele a DIOS, por eso en los templos hay una bola de pediches, todos piden, de niño esta bien, pero ¿adulto?
Hay que ser propositivo, hay que proponer: en que te ayudo SEÑOR no como estaba acostumbrado: dame, haz, concédeme, y luego de la orden hipócritamente decía: hágase tu voluntad y no la mía, se que estaba yo mal, la fe que obra es la participativa, la fe que obra es la propositiva, ya lo dice el viejo refrán: pídele a DIOS y no te muevas y veras que chinga te llevas.
Tuve que conocer el significado de la palabra oración que se desprende de la lengua del antiguo griego y se compone de dos palabras: ora= pedir, parlar, mover, la lengua, hablar, y acción= capacidad de hacer, de poner en movimiento, actuar, oración, por eso el Maestro de Nazareth era más acción que orar ¿entonces? Porque yo batallaba para practicar la fe, por si acaso la fe tiene que empezar su práctica en mi mismo, creer en mi, confiar que si voy a poder, pero resulta que mi autoestima, mi autovalía estaba dañada, yo no me sentía capaz, yo no valía mi autoestima se dañó en mi infancia con los abusos, con el rechazo, con la ”carrilla” o ”bulling” y con el abandono, si no creía en mi que respiraba, ¿que me podía tocar, verme? ¿cómo iba a creer en DIOS que no lo veía, que no lo sentía? además estaba resentido ¿dónde estaba DIOS cuando mi padre me daba esas golpizas que dejaba de golpearme hasta que me ensucian en los pantalones o me desmayaba?
Otra me decían que DIOS era mi padre y yo había tenido muy malas experiencias con mi padre terrenal, ¿cómo iba a confiar en otro Padre Celestial, después de muchos tropiezos tuve que deshacerme de los prejuicios que habían instalado en mi cabeza y adquirir otros como que: DIOS no castiga, que es amor no un juez que condena al fuego eterno, que no es un juez, que es mi abogado, y que ahora somos grandes amigos, que hoy no ordenó, participó, que no le tengo miedo por que no se puede amar lo que se teme, que hoy me dirijo a EL con buen humor diciéndole: Queridísimo Padre, Hermosísimo Padre, ¿en qué te ayudo para que abras un buen centro de rehabilitación en esta ciudad
Tú eres el patrón, yo tu alegre obrero, que nunca se me olvide quien manda.
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