Celebró en grande la gente de Delicias
Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos) —-
Delicias se volcó a las calles a dar rienda suelta a su euforia contenida, tras darse el silbatazo final del segundo juego de la Selección Nacional Mexicana de Fútbol que ganó este jueves a su similar de Franc ia en el Mundial de Sudáfrica 2010 por 2-0 y por primera vez en su historia en un juego oficial.
Desde temprana hora, antes del mediodía de este jueves, la gente de Delicias empezó a darse cita en bares, cantinas, restaurantes y en los centros de trabajo los empleados hacían hasta lo imposible por tratar de ver el juego, ya sea en sus computadoras personales (PC) o donde pudiera, incluso algunos llevaron la TV.
Para la hora del juego, y con un calorcito que oscilaba entre los 28 y los treinta y tantos grados centígrados, los diferentes negocios, a diferencia del primer juego, ya estaban prácticamente abarrotados: El Maxims, El Iberia, el Borrego II, etc.
Y cuando cayó el primer gol de México, en lo que parecía fuera de lugar, por conducto de Javier “El Chicharito” Hernández en los diferentes negocios empezaron los festejos, alzando los brazos al cielo, por tanta dicha.
Más adelante y luego de que entró al terreno de juego Cuauhtémoc Blanco, Francia cometió una falta dentro del área, para un claro penal, que cobró magistralmente Cuauhtémoc Blanco a la derecha del portero.
El Tri ya estaba 2-0 arriba y los festejos no se hicieron esperar en los bares, donde las botanitas acompañaban a los parroquianos en las cantinas y en los restaurantes se degustaban ricos taquitos de carne asada. El sabor de lo nuestro debidamente combinado.
El verde tricolor inundaba esos lugares, en tanto que tras el gol se levantaron las copas en señal de triunfo.
En el Borrego II tras darse el silbatazo final del partido que le daba al Tri una victoria histórica , los festejos no se hicieron esperar. Una pareja se besó efusivamente.
Después, pasadas las 2:30 de la tarde de este jueves la primera bandera de México apareció en la calle Tercera norte, ondeando en todo lo alto y siendo portada por un solitario aficionado.
Poco a poco se le fueron uniendo más vehículos, que con sus claxonazos llamaban a más aficionados.
Pronto aquello era la sucursal del manicomio. Los vehículos haciendo fila, tocando el claxon : ¡Pi-pi-pi!.
En una camioneta aparecieron bastantes aficionados, llena y la bandera de México ondeando en todo lo alto.
Caras pintadas, cornetas, silbatos aparecieron. Y en una camioneta un grupo de aficionados cargaron hasta con el perro, que era cargado en el lomo de ellos.
Penachos de indio, un aficionado ataviado con jorongo y toda la cosa inició con el baile al ritmo de una tambora.
Poco a poco más y más aficionados se fueron sumando al festejo.
Lo mismo aparecía el clásico sombrero mexicano, que cornetas, matracas y los rostos estaban pintados con los colores de nuestra enseña nacional.
Se había ganado a Francia por primera vez en la historia y renacía el equipo con aspiraciones, hoy más que nunca, de avanzar a la siguiente ronda del Mundial.
“¡Ay, ay , ay, canta y no llores, porque cantando se alegran…cielito lindo, los corazones!”, se escuchaba a bordo de una camioneta.
Medio Delicias se unió en torno al festejo. Niños, mujeres y jóvenes de todos los estratos sociales, dieron rienda suelta a su pasión.
Había ganado México, nuestra querida selección, y el pretexto para celebrarlo no era para menos.
jesusaguirre25@hotmail.com
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