Delicias, Chih.– El químico Óscar de la Rosa Pereyra, quien falleciera este pasado viernes 2 de noviembre a los 90 años de edad, ya que nació en la ciudad de México el 11 de febrero de 1928, recibió este domingo por la tarde un Homenaje de Cuerpo Presente en los campos que él fundó, mismos que llevan su nombre, y donde a bordo de la carroza negra realizó su último recorrido, atestiguando en las gradas familiares, amigos y toda la comunidad futbolera.
Su hijo Óscar de la Rosa Romero agradeció a los ahí presentes en las gradas, quienes le brindaron un minuto de aplausos a su padre recién fallecido, el haber destinado parte de su tiempo y dejar de lado sus ocupaciones diarias para estar en este homenaje.
Resaltó las cualidades de su señor progenitor, a quien reconoció como padre, como líder y como institución, resaltando que únicamente cambió de cancha y quizá ahora esté jugando en la Champions League, pero seguirá trabajando con las enseñanzas de su legado y al lado de todos los que lo rodean.
Dijo que ha habido muchas historias y recordó que de estos campos salieron a la Primera División René Paul Moreno y Jahir Alejandro Barraza Flores.
Subrayó que han sido muchos viajes a torneos en sus diferentes categorías, donde hubo preocupación por la gasolina, y cuando había broncas o jugadores lastimados o raspados, pero la historia continúa y seguirán trabajando.
Aseguró Óscar junior que “hoy es un día de fiesta ya que él siempre estaba sonriendo y de cada situación adversa sacaba una chispa y una sonrisa”.
Los padres del químico fueron Antonio de la Rosa, quien se ganaba la vida comerciando en el Mercado de La Merced y Juana Pereyra, profesor de primaria.
Durante el homenaje se leyó su rica trayectoria en todos los ámbitos, donde destacó como pilar y pionero del fútbol en Delicias, donde fue toda una institución, ya que esta tierra lo acogió desde 1954 en que llegó hasta su muerte.
Dejó su gran legado como una persona altruista, deportista, destacando además en el campo médico, político y social con su laboratorio de análisis clínicos que tuvo por y siempre muchos años en el sector Norte.
Fueron durante su larga vida muchos los reconocimientos recibidos en todos y cada uno de los campos donde participó. Le sobreviven su esposa Estela Romero Rodríguez y sus dos hijos Estela de la Rosa Romero y Óscar de la Rosa Romero.
DEP.
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