Home » Delicias » Desapercibido el día mundial de la mujer rural

Desapercibido el día mundial de la mujer rural

Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)

Delicias.- Con 37 años de edad, seis hijos, de los cuales cuatro viajaron a Delicias con ella y con su esposo, Celia García es una indígena del estado de Guerrero que cada año viaja a esta ciudad y su región -desde hace tres- a las pizcas, porque en su pueblo “no hay nada”, pero ya tiene una semana sin trabajo, por lo que dice no hay que celebrar al cumplirse este lunes el Día Mundial de la Mujer Rural.

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación”) “Cuando el acceso a las oportunidades y recursos son iguales,

las mujeres como los hombres han demostrado ser eficientes, dinámicas y participantes indispensables en el desarrollo.

Juntos en la granja, y en todos los niveles sociales, mujeres y hombres representan una formidable asociación para ayudara lograr la seguridad alimentaria en el siglo XXI”.

Lo que no dice la FAO es que todas esas mujeres que viajan desde sus lugares de origen a los centros de trabajo laboran largas jornadas, a veces de sol a sol por un escaso suelto que a duras penas les alcanza para comer, pues esta mujer mencionó que a pesar de que está en Delicias desde el mes de marzo, ya tienen ella y él una semana sin trabajar y no hay instancia gubernamental que los ayude, ya que incluso ha ido a Desarrollo Social y al DIF y les piden credencial de elector y como no la tienen, pues no hay ayuda para ellos.

Contribuyen al desarrollo alimentario de una u otra manera al levantar cosechas de las que no son dueños, mientras viven en ínfimas condiciones de vida, con su “chorrero” de hijos, ya que por su misma condición y su ignorancia, tienen muchos hijos, como en el caso de Celia, que tiene seis y solo se trajo tres para acá, ya que los otros tres se quedaron en su pueblo: Las Pilas, Guerrero, que es un pueblito de escasos 100 habitantes, donde no han nada de avances del hombre moderno, por eso tienen que viajar hasta el norte del país a buscar mejores condiciones de vida.

Dice que vive en la colonia “4 Vientos”, donde rentan y le va más o menos, apenas para comer, pero ya tienen una semana sin trabajo.

“Trabajamos yo y mi esposo en el campo cortando chile y en las pizcas, pero se acabó el trabajo y como no tenemos escuela pues no nos dan”.

Destaca que de su pueblo y alrededores del estado de Guerrero vinieron a las pizcas y trabajos propios del campo un total de cuatro camiones, toda la gente pensando en mejores condiciones de vida, pues allá no hay nada.

El Día de la Mujer Rural tiene su origen en la Conferencia de Beijing, organizada en septiembre de 1995 por las Naciones Unidas como resultado del

planteamiento de diversas organizaciones no gubernamentales, entre ellas, la

Federación Internacional de Productores Agrícolas (IFAP), la Red de

Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA ) y la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (WWSF).

Existe un amplio reconocimiento del importante papel que juegan las mujeres rurales en sus diversos roles: como madres de familia, campesinas y pequeñas empresarias que contribuyen al bienestar de sus familias y al desarrollo de las economías rurales; sobre todo, se considera fundamental su participación en la producción de alimentos. Por tal motivo se decidió conmemorar a la mujer rural el 15 de octubre, un día antes del “Día Mundial de la Alimentación”.

Aunque cosa irónica los trabajadores agrícolas, principalmente mujeres de muy bajo nivel económico y educativo, poco es lo que ganan. Apenas para comer y además, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), son de los grupos más vulnerables y a los que se les violan más fácilmente sus derechos, como a los de diferentes preferencias sexuales, a los migrantes y a los discapacitados o de capacidades diferentes, dijo Ramón Abelardo Meléndez, visitador de la CEDH en Delicias.

Una mujer rural se considera como tal a la que reside en localidades de menos de 2 mil 500 habitantes y población urbana a la que habita en localidades con 2 mil 500 habitantes o más.

En las últimas décadas, México ha pasado de ser un país eminentemente rural a un país urbanizado. Esta transformación se ha dado de manera importante en los últimos 30 años.

El considerar solamente el número de habitantes de la localidad puede introducir sesgos en el análisis porque se están dejando fuera características socioeconómicas y culturales propias de la población rural y pueden incluirse en el análisis localidades de menos de 2 mil

500 habitantes que no necesariamente son rurales y que están funcionalmente integradas a las ciudades.

En el caso de Celia, nuestra entrevistada, dice que ni ella ni su esposo tienen estudio, por lo que deben abandonar su pueblo, en donde carecen de los servicios más elementales, en busca de mejores condiciones de vida y por eso son migrantes en su propio país.

Celia dice que ella y sui esposo tienen que trabajar los dos para sacar el sustento diario, ya que además tienen que pagar renta, mientras el hijo más grande, de 14 años, cuida de sus otros hermanos y cuando la necesidad lo pide, se suma a las labores del campo junto con sus padres.

A pesar de la constante urbanización de nuestro país, existe un significativo número de personas habitando en localidades pequeñas, cuyas condiciones de vida distan mucho de las de quienes se sitúan en las áreas más urbanizadas.

Se ha hablado mucho de las grandes diferencias que existen entre mujeres y hombres y de las desventajas en que se encuentran las primeras en relación con los segundos.

Sin embargo, el vivir en localidades pequeñas o en localidades de mayor tamaño puede significar grandes diferencias en las condiciones de vida y en el acceso a determinados servicios y benefactores.

Las mujeres que viven en localidades pequeñas, consideradas rurales, en comparación con la de las mujeres que habitan en localidades consideradas urbanas.

LAS MUJERES RURALES EN EL MUNDO

Las mujeres han sido siempre las guardianas de la biodiversidad en todos los rincones del mundo. Las sociedades, costumbres e incluso los ritos y mitos, han tenido como pilares la producción para el sustento y la fertilidad, tanto de la tierra como de los demás seres vivos. Las mujeres han estado ahí produciendo, sembrando, escardando, recolectando y trillando cosechas desde que se conoce la agricultura.

Y las mujeres rurales, la mayoría agricultoras, representan más de la cuarta parte de la población mundial.

Dos terceras partes de la población analfabeta del mundo son mujeres rurales

Desde 1970, el total de mujeres rurales que viven en condiciones de pobreza se ha duplicado.

Las mujeres rurales son las productoras de los principales cultivos básicos de todo el mundo –arroz, trigo y maíz, que proporcionan hasta el 90% de los alimentos que consumen los pobres de las zonas rurales.

La población rural generalmente vive en condiciones precarias y no cuenta con los servicios necesarios en su comunidad, y menos aún en su vivienda.

Estructura por edad

La estructura por edad de las mujeres rurales presenta una mayor proporción de niñas y de mujeres menores de 15 años que la observada en las localidades de mayor tamaño.

También se registra una mayor proporción de adultas mayores, lo cual indica una mayor sobrevivencia de las mujeres en las áreas rurales.

Fecundidad

La fecundidad de las mujeres rurales es notablemente mayor que la de las mujeres urbanas: Las mujeres rurales tienen en promedio 3.3 hijos.

Las mujeres mexicanas en el nivel nacional tienen 2.6 hijos en promedio y las de localidades de 100 mil y más habitantes tienen 2.2.

Del total de mujeres de 15 a 19 años:

jesusaguirre25@hotmail.com

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *