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Fallece Lupita Villa hija del General Francisco Villa

02Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Foto)—

Delicias, Chih.- A la edad de 98 años (próxima a cumplir los 99 el 12 de diciembre de este año) y víctima de un derrame cerebral, murió en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 11 del IMSS en Delicias, la señora María Guadalupe Villa Quezada, quien nació el 12 de diciembre de 1916 en Hidalgo del Parral, Chihuahua y era hija legítima, reconocida como tal, del general Francisco Villa y Amelia Severiana Quezada Romero “La Chata” o “La Chatita”.

Fue la hija mayor de Doña Lupita, Julia Esther Carrillo de Sánchez quien confirmó la muerte de su madre, quien era hija legítima del llamado “Centauro del Norte” y vivía con ella en la calle Séptima y 1/2 Norte número 112 del fraccionamiento Imperial en Delicias.

A Doña Lupita le sobreviven sus hijos Julia Esther Carrillo Romero, la mayor; Martha Alicia Carrillo Romero y Maximino Antonio Carrillo.

Estaba reconocida como hija del general Villa nunca y contrajo nupcias con el señor Clemente Carrillo Razo, y ella se hacía llamar Guadalupe Romero Romero, tomando los apellidos de sus abuelos.

El funeral de la hija de Pancho Villa será este sábado 5 de septiembre a partir de las nueve de la mañana en la capilla de la funeraria “Todas las Almas”, ubicadas a un costado del panteón municipal de Delicias a donde mínimo se espera la presencia del alcalde Jaime Beltrán del Río, alguna autoridad militar y alguien de Gobierno del Estado, así como familiares, conocidos y amigos de la fallecida.

ULTIMA ENTREVISTA A DOÑA LUPITA VILLA QUEZADA

En la última entrevista realizada el 15 de noviembre de 2014, por el que esto escribe, Doña Lupita, hija legítima del General Francisco Villa contó que a ella si le tocó conocer a su papá, ya que cuando lo asesinaron tenía siete años de edad e iba para los ocho.

En aquella ocasión al preguntarle que si había conocido a su famoso padre, con una lucidez, que ya quisieran personas más jóvenes, dijo a este reportero: “¡Cómo noooo!”

“Fíjese una cosa: Un día estaba leyendo él muy entusiasmado y quitado de la pena un periódico, ya que le decían Juanita a la marihuana y cuando pasé yo y se me hizo muy raro que estuviera recargado en la pared. Le dije mi general, porque no le decía papá, ¿mi general qué está haciendo? Y no me contestó porque estaba muy apurado leyendo aquello y luego se me hizo muy raro y me pasé, pensando, porque se me hizo muy raro: ¿Por qué no me contestó mi general y luego me devolví y le di un codazo que casi lo senté, esperando que me diera un trancazo, un golpe o algo así, pero para mi sorpresa con aquel amor me abrazó, con aquella ternura y me dijo ¿qué pasa m´ija, qué pasa?”.

“Y yo le dije: Es que usted no me contesta”-

“Y me responde que estaba muy entusiasmado leyendo. ¿Cómo ve?”.

La plática era amena, ya que Doña Lupita era una excelente conversadora.

Continuó en aquella entrevista la charla y le dice doña Lupita a este reportero: “¿Y sabe usted por qué se llamó él Francisco Villa? –Porque le violaron a su hermana y juró vengarse y ¿cómo quisiera decirle? que pagara el hombre aquel, lo que había hecho el hacendado. Entonces un día se fue él allá con el hacendado y en eso entraba el que daba las noticias de qué hacían, qué pasaba y todo eso. Entonces le arrebató la pistola de la cintura y le pegó en las dos piernas para que se arrastrara y que sintiera el daño que había hecho y por esto se tuvo que esconder él, Pancho Villa, mi papá”.

“Y empezó a andar de aquí para allá y de allá para acá. Se juntó con unos que robaban…pero de a deveeeras! No de poquito, sino de caballos, de vacas, de burros. De cosas graaandes a modo que les dieran dinero, ¿verdad? Entonces en aquel entonces se juntó con uno que se llamaba Francisco Villa y en eso llegó una banda y mató a Francisco Villa, al verdadero Francisco Villa y cuando estaba tirado, se arrimó mi papá, mi general, como yo le decía, al cuerpo y les dijo a sus compañeros: ¡Hey aquí muchachos, los que estaban con él, verdad. Muchachitos, el General Pancho Villa no ha muerto. El que murió fue Doroteo Arango y desde entonces se quedó con el nombre de Pancho Villa, hasta la fecha”.

Con orgullo doña Lupita, quien se valía de un andador para caminar, vestida con un elegante saco de color verde, mencionó en la entrevista del pasado mes de noviembre a un mes de cumplir sus 98 años. “Gracias a él (a Pancho Villa) tenemos escuela, gracias a él hay estudios”.

Admiraba como buena hija a su padre, a quien en cada plática ensalzaba y reconocía sus dotes.

En la entrevista de noviembre de 2014 con este reportero, Doña Lupita mencionaba que  le daban tres mil pesos, como hija de revolucionarios, pero ya no le daban nada, desde hace un mes.

ESTUDIÓ LUPITA COMO SECRETARIA

“Mire yo estoy registrada con el nombre de Guadalupe Romero y fui con los del Gobierno y con los Villistas para decirles que me dieran una constancia para que supieran que yo soy hija de él, por eso me pusieron y yo me crié con Lucita (Luz Corral de Villa) la verdadera esposa de mi general y la señora Carmen y me metieron al colegio y ahí estudié primero, segundo, tercero, cuarto, hasta sexto y en una academia como secretaria”.

Ella cada año iba con gran orgullo a las Fiestas en Cuchillo Parado, declarado como “Cuna de la Revolución”, junto  con su hija, Julia Esther Carrillo Romero, y el esposo de esta, don Alfredo Sánchez, porrista de Algodoneros de béisbol y Pioneros de básquetbol.

Mencionaba Doña Lupita que con bastante entusiasmo que viaja muy contenta a Cuchillo Parado, ya que iba a ver al Gobernador del Estado, quien la atiende muy bien, “como que me quiere mucho”, señala doña Lupita Villa.

El Gobernador del Estado, César Horacio Duarte Jáquez, su señora esposa Berthita Gómez de Duarte y el alcalde de Delicias, Jaime Beltrán del Río realizaron el pasado 15 de febrero del presente año una visita de cortesía a Doña Lupita, cuando esta aún vivía.

“Me siento muy bonito cuando voy a Cuchillo Parado. Va mucha gente y para mi es una cosa muy grande, ¿verdad?, que recuerden a aquel hombre que les hizo un bien y para mi es un gran orgullo que Pancho Villa sea reconocido en todo el mundo y lo que era mi padre”, platicaba Guadalupe Villa Quezada.

LE GUSTARÍA QUE LE DIERAN UNA PENSIÓN

Doña Lupita dijo en su última entrevista con este reportero que le gustaría que le dieran una pensión, que es justa, ya que pensaban que estaba muerta. Y casa no le prometieron.

“Véame aquí estoy de arrimada con mis hijos, pero no he muerto, que quede claro”, mencionaba la hija del General en aquella ocasión.

Pero ahora ya está allá arriba, al lado del Señor y juntito a su papá, pues según confió a este reportero, cuando vivía, que su padre, a pesar de ser un revolucionario de pura cepa era muy cariñoso con ella.

Aseguraba Doña Lupita Villa que recordaba muchas cosas de su papá Pancho Villa, ya que cuando estaba chiquita la abrazaba y la besaba y la llevaba de la mano con los demás soldados y “un día le dije yo a él por qué se llama así si su nombre es Doroteo Arango, por qué le dicen Francisco Villa y fue cuando me platicó aquello que habían matado a Francisco Villa el verdadero, porque fue muy valiente”.

A Lupita Pancho Villa la llevaba mucho para allá a la Hacienda de Canutillo.

CUANDO MATARON A VILLA

Lupita Villa en su última entrevista mencionaba que cuando mataron a su papá estaban ahí en la casa en Parral, ya que iban a bautizar a un niño y “se levantó muy temprano él (el General Francisco Villa) y lo mataron a las 8 con 10 minutos y pronto salió mi mamá y luego, luego nos dimos cuenta porque muy claro se oyeron los balazos. Le dije yo al que nos cuidaba ahí: Oí los balazos”.

Le faltaban meses para cumplir los ocho años a Lupita Villa cuando vio aquella tragedia en que asesinaron a su padre y de Parral se vinieron para acá para Delicias, ya que los echaron para afuera a toda la familia que estaban ahí.

Y a los dos meses después murió su mamá, a quien se le reventó la vesícula.

Señaló en su última entrevista que cuando la tragedia en que asesinaron a Villa se vinieron a una Hacienda cercana a Delicias, mencionando que siente coraje contra los que los echaron de Parral, ya que su tía Lucita los recogió y cuando salieron de Parral no les dieron oportunidad de sacar nada.

Reconoció doña Lupita que su papá Pancho Villa tenía muchas mujeres, aunque estaba muy chica y no recuerda cosas de esas.

Mencionaba que se siente muy orgullosa del apellido Villa, subiendo el tono de voz al señalar que “Si hubiera personas como Villa le juro que ya no habría ladrones. Hace falta que haya más hombres como él. Mi papá después de una batalla se juntaba con su gente”.

Doña Lupita, a mucho orgullo hija legítima de Pancho Villa, señala que lo más importante es lo que a este reportero platicó. “Para mi fue una cosa tan hermosa cuando me abrazó y me dijo con aquel amor, con aquella ternura, mijita”.

Su papá no era güero, güero y “más bien era blanco con los ojos verdes como los míos y era un tipazo”.

Lo más bonito que recordaba Doña Lupita era que su padre les dijo que quien quisiera seguirlo que se fueran con él.

EL GOBIERNO NOS IGNORA POR COMPLETO”

Mencionaba Doña Lupita que el Gobierno no les da el trato que merecen a los hijos de Villa y a los descendientes de quienes participaron en La Revolución, ya que “nos ignoran por completo y no pedimos dinero, sino que nos recuerden y que nunca nos olviden, ya que se regó mucha sangre para que nos ignoren así porque así”. jesusaguirre25@hotmail.es

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