Es un humano lleno de: sueños, inocencia, ternura, imaginación y en ocasiones crueldad para definir a otro humano, claro de manera inconsciente o consiente, nunca lo sabremos pues no hemos llegado a ese punto. Lo que si es que el estado natural de la invención y la definición de su personalidad, allí comienza absorbiendo los conocimientos y las influencias que lo llevaran a donde sea su destino, claro cuando niño. Algunos lo logran, otros no, pero siguen la vida…Bombero, bombero yo quiero ser bombero, dice una canción de Alberto Cortez, esa es la primer profesión interesante que se descubre, luego también la de policía, la de héroe, todas ellas tienen que ver con la pasión por hacer algo por los demás. Pero que pasa, el tiempo sigue su marcha y descubrimos que eso no resulta en este mundo material, porque lo de ahora es ver quien tiene mas, quien vive más cómodo, aunque el equilibrio del espíritu este por el suelo, porque lamentablemente gastamos más de lo que tenemos o hacemos cosas indebidas para tener. Y lo que pensábamos de niños donde quedo, ha ya se…en lo más profundo de nuestro subconsciente atiborrado por cosas y cosas y más cosas, que no les permiten salir y ponerse de manifiesto, hacer una retrospectiva e ir a nuestro origen, que quería hacer y ser cuando niño. La niñez de ahora en nada se parece a la que vivimos, aquella era de sacrificios pero también se sueños, de sufrimientos en ocasiones, pero también de logros. De respeto y de orden, de andar descalzos y con los pantalones remendados, de ponerte los zapatos después de que los dejaba tú hermano o hermana, en fin pero aprendimos. Que en casa solo una cama para tres o cinco, que por la mañana toda la casa de inundaba del delicioso aroma del desayuno, aunque fueran frijoles o un huevo y de vez en cuando el delicioso olor de las tortillas de harina. En fin eso es recordar la niñez, despertar tú paso en las viejas calles de tu pueblo y afirmar con orgullo que lo que pensé ser de niño lo soy ahora de grande…si señor a los trece años me pregunto mi padre…”y tu hijo que vas a ser de grande” y diez años más tarde el murió, pero se fue con la satisfacción de haberle cumplido mi promesa de niño…la de estar en la comunicación…
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