¿Qué son los santos oleos?
Se llaman óleos sagrados a los que se emplean para administrar algunos sacramentos. Son tres: el santo crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos.
Los óleos sagrados se preparan con aceite vegetal, preferentemente de oliva aunque puede ser de otras plantas. Se confeccionan con aceite porque es un producto con propiedades de gran significado bíblico, que expresan la unción del Espíritu para sanar, confortar, etc. El santo crisma tiene además del aceite de oliva un bálsamo aromático.
Los Santos Óleos son bendecidos cada año el día de Jueves Santo en la celebración de la llamada “Misa Crismal”. Este es un día trascendente para el catolicismo ya no sólo por bendecir los sagrados óleos sino porque se da una renovación de las promesas sacerdotales.
La misa es oficiada en cada diócesis. En el Vaticano, en la Basílica de San Pedro, el Papa celebra la Santa MisaCrismal, en ella el sumo pontífice de la iglesia católica bendice los sagrados óleos.
El Santo Crisma debe ser consagrado, es decir, convertirlo en sagrado. En cambio, el óleo de los enfermos y el óleo de los catecúmenos únicamente debe ser bendecido, término que procede del latín bene dicere cuyo significado literal es “hablar bien” que podría entenderse como enaltecer. Los encargados de consagrar el crisma son los obispos de cada diócesis, únicamente en caso especiales podría hacerlo un presbítero.
Posteriormente este aceite se reparte a cada parroquia y son los titulares de cada una de ellas los encargados de custodiar los aceites sagrados y administrarlos en los sacramentos oportunos.
Estos aceites deben ser renovados cada año, en caso de que no se hayan acabado pueden emplearse para quemar en las lámparas de aceite de la iglesia.
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