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Recuerda deliciense la tragedia del Aeroshow

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 Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—

Delicias, Chih.- Hace exactamente dos años que Rafael Basaldúa Ávila, titular de las Juntas Rurales de la JMAS de Delicias vivió el sábado 5 de octubre de 2013 en carne propia la tragedia del Aero Show en la capital del estado, donde una gigantesca troca monstruo de cuatro toneladas de peso y descontrolada se fue contra la muchedumbre aplastando y matando a varias personas y a otras tantas las dejó heridas, y sufrió como nunca ya que vio en el suelo tirada una sombrilla igual a la que traía su hija, por lo que su esposa, histérica, gritaba: “¡Mariana, Mariana..!” y él, al querer buscarla, se paralizó todo, y no podía moverse por la gran impresión, que causó en él un shock psicológico, mientras que la gente andaba como zombie y después al reaccionar quisieron sacar los muertos debajo de la troca, empujando esta, pero todo fue inútil, pues ya habían muerto.

Basaldúa Ávila, aún consternado por la tragedia, en la que gracias a Dios salieron vivos él y su familia, ya que acudió al evento con su esposa, dos nietos, su hija Mariana y su yerno Alan, a unos días de la tragedia, y cuando todo estaba muy reciente, hace poco menos de dos años, mientras mostraba en aquella ocasión al que esto escribe un video de You Tube denominado “Al minuto Aero”, destaca que el accidente se dio entre las 5:30 y 6:00 pm del pasado sábado 5 de octubre de 2013 y todo fue muy triste y desconsolador, narrando lo anterior pensando siempre y por siempre en su familia.

Cuenta que alguien gritaba: “¡Mamá, despierta!”, y otro “¡Iván, Iván, Iván!” que era el hijo que andaba buscando, incluso esta persona tomó de la camisa a Basaldúa Ávila preguntándole que “¿Dónde quedó mi hijo?”.

Recuerda tomándose de la barbilla y elevando la mirada al cielo que había eventos de primera en este Aero Show, al que previamente había asistido también el año anterior (2012) y “lamentablemente pasó este hecho”.

Dice que “todos lo vimos…cuando la troca monstruo se vino sobre la muchedumbre. Fue algo espantoso, innenarrable”, recuerda y casi casi le le enchina el cuero de revivir aquella tragedia que enlutó varios hogares chihuahuenses.

Recuerda que “Todo era calma, la gente muy contenta, muy bonito el espectáculo, pero luego todo fue muy feo: La troca monstruo se fue de aquí para allá aplastando los vehículos, pero al frente tenía muchísimo espacio, para luego regresarse por donde mismo, pero ya el espacio no era el mismo, no alcanzó a maniobrar y al parecer se golpeó la cabeza al caérsele el casco, no pudo controlar el vehículo y se fue sobre la gente, precisamente en el espacio donde no había vallas”, narra Basaldúa Ávila.

Dijo el entrevistado que “Al principio la gente andaba como zombie y querían empujar la gigantesca y monstruosa troca para sacar la gente atorada debajo de esta y otra que quedó bajo las llanta”.

Menciona que de regreso la troca monstruo aplastó una cuatrimoto, luego de que el conductor de esta se pegó en uno de los tubos.

“Mi esposa, histérica, gritaba: ¡Mariana, Mariana..! y yo me paralicé en segundos, sin poder caminar para ningún lado y luego ya que reaccioné tomé la decisión de revisar uno por uno entre los heridos y los muertos tirados a mis familiares”, menciona.

SE PUSO AL LLORAR CUANDO VIO UNA SOMBRILLA IGUAL A LA QUE TRAÍA SU HIJA

Luego agrega que lo que le dio muchísimo miedo y un frío intenso recorrió toda su humanidad, fue cuando vio tirada en el suelo una sombrilla igual a la que traía su hija Mariana, por lo que empezó a llorar de manera desconsolada, para al regresarle la calma salir desesperado a seguir buscándola en el mar de gente, corriendo para todos lados, cada quien buscando a sus seres queridos y familiares.

“Fue horrible…Todos agarraban y corrían con sus parientes en brazos para intentar darles atención médica o bien trasladarlos a algún hospital, pero pronto se llenó el lugar de ambulancias de Bomberos, Pensiones Civiles del Estado, Cruz Roja, Ejército. Se escuchaban el ulular de las sirenas de las ambulancias, luego llantos, gritos de desesperación, de dolor y en el suelo había celulares tirados, mochilas, bicicletas, cachuchas y fue de verdad una experiencia muy difícil de la que aún no me recupero”, menciona Rafael Basaldúa Ávila.

Dijo que con esto quedó muy claro que hay que respetar las reglas de los eventos, que respetaran las áreas, pues el cupo a lo mejor no se midió y todo fue una inmensidad de gente que abarrotó el lugar.

“Había mucha gente y también mucha de pie, pero se veía pura familia y yo no vi gente con una cerveza en la mano. En el 2012 también fuimos y el evento salió excelente, realizándose en el mismo lugar”.

Destaca que tras la intensa y desesperada búsqueda de sus familiares y al encontrarlos, luego de que estos levantaron sus manos y los vio, todos corrieron en dirección a sus seres queridos, se abrazaron y lloraron de gusto, de tristeza, de dolor o de impotencia, ya que él y su señora al ver en aquella ocasión las noticias, y hoy a dos años de distancia al recordar la tragedia diversos medios de comunicación escritos, en internet y televisivos, se les viene la nostalgia y lloran, ya que vuelven a vivir aquella pesadilla.

Dice Basaldúa que él vio a personas con la cara destrozada y esta es una situación que a nadie le desea, al quedar el lugar sembrado de horror, y muerte.

Al lugar de la tragedia acudieron diversas instancias de auxilio. Llegó el helicóptero de Gobierno del Estado, pues era mucha la gente congregada en el lugar.

“Vinieron en aquella ocasión también el Ejército, pero la gente muy organizada y solidaria ante la tragedia, pero eso sí, la mayoría con un sufrimiento inmenso”, finalizó Basaldúa Ávila, quien recuerda a dos años de distancia la tragedia y eleva una oración para dar gracias a Dios por tener a su familia completa y poder disfrutarla, mientras que hay tantos otros a los que aún no les cicatriza la herida.

jesusaguirre25@hotmail.es

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