Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
Delicias, Chih.- La fe católica se desbordó este miércoles 28 de octubre Día de San Judas Tadeo en la capilla del mismo nombre, ubicada en la carretera Meoqui-Delicias, lugar hasta donde llegaron desde temprana hora a pie, en bicicleta, el camión, de aventón, en carros de reciente modelo o ya viejitos, fieles de toda la región, de la entidad e incluso de otros estados de la República Mexicana e incluso de los Estados Unidos, que iban en tránsito.
Algunos fieles llegaron al templo ataviados con la indumentaria del santo milagroso, profesándole su fe y cumpliéndole la manda tras recibir favores de curar enfermos e incluso de haberles salvado la vida cuando durante todo el embarazo hubo complicaciones que pusieron en riesgo la vida de una joven madre y su bebé o el caso de una señora de edad adulta que desde Delicias se vino descalza y a pie.
Todo esto es parte del sincretismo religioso del pueblo mexicano y que refuerza la convicción de que “el abogado de las causas difíciles”, San Judas Tadeo, concederá el favor solicitado por lo que no dudan en destinar recursos económicos para continuar con la construcción y acabado del templo en un ritual que repiten el 28 de cada mes y que se desborda en octubre, un día como hoy, que es el “mero día”, para agradecer favores que adjudican a su intercesión.
Catalina Rivera, originaria de la colonia Las Virginias, donde tiene viviendo alrededor de 32 años y quien llegó desde Los Gases hasta la capilla de San Judas Tadeo descalza, ataviada con la indumentaria del santo, tal y como lo hace cada dijo que tiene con este seis años yendo a pagar su manda y seguirá acudiendo descalza hasta que ella pueda caminar.
Dijo que está muy agradecida con “San Juditas”, como conocen al santo la mayoría de los fieles, por devolverle la salud a su hija, quien vivía en la ciudad de Chihuahua cuando le dieron tres tipos de fiebre y no la podían curar los médicos.
“Yo se la encomendé a San Juditas y mi hija se curó. Ahora ella está en los Estados Unidos. Vivíamos en Chihuahua y allá se dio el milagro”, dijo.
Ya dentro del templo, al igual a que a algunos fieles de distintas edades, el llanto les ganó al sentir esa energía celestial recorrerles su ser.
Había gente de todas las edades y de diferentes estratos sociales, unos con pequeñas flores u ostentosos ramos, pero todos con la misma fe.
Llegaron al templo a escuchar la misa, pero previo a ello depositaron sus ofrendas y aportaciones económicas, haciendo fila para tocar al santo, acariciarlo y pedirles que interceda por ellos ante Dios.
Diversas peticiones se le hicieron al santo, de que los cure de sus males, de envidias, los restablezca en su salud.
El Templo de San Judas Tadeo lució lleno con gente hasta afuera durante todo el día.
Agentes de vialidad de Meoqui cuidando el tráfico, y una larga fila de vehículos sobre la carretera de casi un kilómetro pudo apreciarse, así como mares de gente.
Se instalaron también desde temprana hora diversos puestos de comidas para recabar fondos para continuar con la construcción, pero también desde temprana hora se estuvo ofreciendo a los visitantes comida gratis, como fueron tamales, lonches, burritos, gorditas, asado de puerco, espagueti, arroz, champurrado, tepache, donas, refrescos.
No faltó quien dijera que si los políticos hacían algo parecido y le dieran de comer a quien lo necesita, pero aseguraron no creer en eso porque simple y sencillamente “se acaba el mundo”.
En la festividad hay quienes dicen que lo primero es escribir en un papel blanco el favor a solicitar, que rezar nueve días seguidos será suficiente para que San Judas Tadeo ayude a conseguir trabajo o lograr un embarazo; muchos otros primero ofrecen un sacrificio, como caminar, soportar cambios de clima, o llevar su imagen sobre hombros o cabeza, como los distintos fieles en toda la entidad y gran parte del territorio nacional.
Aquí la gente llegó cargando imágenes de yeso del santo, cuadros o con sus pequeños hijos vestidos como el santo, para honrar a “San Juditas”, como le llaman sus fieles.
Sin duda, es esta la celebración religiosa que más destaca en el país, por debajo de las de la Virgen de Guadalupe los días 11 y 12 de diciembre o los de Semana Santa, este último que mas bien es de luto y no de fiesta.
De unos años a la fecha los jóvenes son los que más vienen a ver a San Judas Tadeo, pero todo parte del núcleo familiar porque los papás los traían desde pequeños a esta iglesia, los han vestido de San Juditas y les han creado esa devoción por este santo, aseguraron unas fieles a la entrada de la capilla, donde también se disfrutó de una verbena popular, kermés y venta de antojitos mexicanos.
“San Judas Tadeo es de los santos virtuosos que tuvo la gran dicha de ser uno de los discípulos que convivió y platicó con Jesús, que aprendió de sus enseñanzas y por eso la gente cree en él, por ser el abogado de las causas difíciles y desesperadas”, subrayó otra de las fieles que llegó desde Meoqui.
La celebración cumplió su cometido y la gente respondió también con sus aportaciones económicas en la medida de sus posibilidades para continuar con la construcción del templo, que cada vez luce más bonito, aunque hay quienes comentaron que cada vez crece más el número de fieles y se debe pensar seriamente en hacerlo más grande, pues mucha gente permaneció afuera, unos sentados y otros de pie, pero firmes y convencidos de su devoción.
jesusaguirre25@hotmail.es
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