Se gana joven meoquense la vida con una tuba que el mismo fabricó

 

Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—

CD. Meoqui, Chih.- Dice por ahí un dicho que para el ingenio humano no hay límites y que la necesidad hace andar, tal es el caso del joven meoquense Juan Luis Márquez Barrón, de 15 años de edad, quien con una tuba que el mismo fabricó en una hora, con un viejo bote para el agua y mangueras recicladas se ha lanzado a las calles de la cabecera municipal deleitando con una que otra melodía a cambio de una moneda.

Dice que ya ha hecho algunas tubas, mismas que ha vendido en Delicias, y con este aparato ha interpretado canciones como la del bombón.

Asegura que solo cursó hasta el tercer grado de secundaria, pero no terminó, y ha tocado en el Bulevar.

Cuenta con cinco hermanos y siempre le ha gustado mucho la música.

Cuenta Juan Luis que una tuba como la que trae cargando la fabrica en una hora y para ello se lleva alrededor de cien pesos de material. Para ello se vale de mangueras, una cinta de aislar y un bidón bote de esos para el agua de los de 19 litros. Todos esos materiales para lograr que al soplar la música salga libremente.

De buen ánimo y hasta bromista, Juan Luis pedía una moneda o que se le “pichara” un burrito para conceder la entrevista, pues al parecer acababa de salirle al talón en busca del sustento diario.

Llegó en la escuela hasta el tercero de secundaria, pero no la terminó, según cuenta, porque ya no hubo los medios para seguir adelante.

Él no lo dice pero es ya uno de tantos artistas urbanos que salen en el día a día en un México carente de oportunidades y más para los jóvenes.

Mencionó que desde chico ha sido muy inquieto y como necesitaba dinero inventó esta tuba con la que ejecuta varias melodías, y la hizo viendo un video y se decidió a poner manos a la obra, haciendo la tuba muy a su estilo, ya que es un apasionado de la música.

Para hacer su instrumento musical, con el que se gana el sustento, le bastaron un pedazo de manguera, un bote de agua de 19 litros (que cortó casi a la mitad), una boquilla y cinta negra.

Mientras se realizaba la entrevista, agarrando aire e inflando sus cachetes para soplar con fuerza, entonó una melodía del género de banda, ante la sorpresa de los transeúntes.

Muy inquieto y bromista mencionó que padece de convulsiones y ataques epilépticos muy fuertes, y que quizá por ello sea así, despidiéndose de esta entrevista para irse a “corretear la tortilla” para llevar un poco de dinero a casa. jesusaguirre25@hotmail.es

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