Se jubila enfermera Concepción Guzmán Martínez
—Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Foto)––
Delicias.- Después de 30 años de servicio en la Clínica 11 del IMSS, Concepción “Cony” Guzmán Martínez, graduada de la entonces Escuela Regional de Enfermería, obtuvo su jubilación como sub jefa de enfermeras, años en los que le tocó ver muchos milagros y convencerse de que Dios obra, señalando que hoy en día las enfermeras están más capacitadas y que los pacientes que más se atienden en Delicias son por diabetes e hipertensión, además que ha aumentado el número de madres jóvenes.
Guzmán Martínez, cuenta que su jubilación se dio el pasado 1 de junio del presente año 2013.
“Empecé como enfermera general. Soy graduada de la Escuela Regional de Enfermería, que está enseguida del anfiteatro, después realicé un curso post básico de especialidad como enfermera quirúrgica en Mexicali, en el año de 1998 y en el 2002 otro curso de especialidad en administración y la licenciatura en Enfermería Obstétrica en la UNAM y me jubilé como sub jefa de enfermeras”, cuenta “Cony” Guzmán, al iniciar la charla con este medio de comunicación.
Narra que nació en ella el deseo de ser enfermera, pese a que nadie en su familia se dedicó al ramo de la salud en aquel entonces porque su papá murió al complicarse después de una cirugía sin que nadie le supiera explicar qué sucedió.
“De ahí surgió el deseo de ser enfermera, trabajo que gracias a Dios disfruté mucho”, dice Cony, quien en sus inicios empezó como enfermera general y duró siete años sustituyendo, hasta que le llegó la base.
Agrega que comenzó a trabajar en la clínica 11 y después como jefa de piso tuvo que irse a la ciudad de Chihuahua, donde le llegó el puesto de confianza.
Subraya que “en este trabajo se da cuanta una que Dios obra”, ya que le tocó ver milagros, donde en el área quirúrgica donde laboraba y con varios pacientes con cáncer, estos y sus familiares tenían mucha fe y eso les ayudaba a salir adelante.
Cuenta que en una ocasión un paciente psiquiátrico intentó golpearla, pero son gajes del oficio.
Destaca que la enfermería en general ha evolucionado mucho y se le hacen las enfermeras de hoy en día personas muy preparadas, pues antes la mayoría eran de nivel técnico y ahora se reconoce esta profesión.
Asegura Guzmán Martínez que al paciente no nomás físicamente está enfermo, sino que hay que ayudarlo espiritualmente y atenderlo psicológicamente, dándoles cuidados integrales.
Recuerda que siendo jefa del área de Urgencias llegó bastante mal una prima de ella, quien presentaba un problema cardiaco y la sacaron adelante pues le dio un paro y la ingresaron a ponerle un marcapasos.
Tiempo después ella falleció trabajando al darle un infarto.
Aseguró que en los 30 años trabajando tuvo buenos jefes en general, pues se conformó un muy buen equipo para el bienestar de los pacientes.
Dio un mensaje a las jovencitas que apenas empiezan en la escuela a abrigar esta carrera, para que se preparen.
Durante su carrera dijo tener muchas satisfacciones, ya que es bonito ser enfermera y ahora una sobrina sigue sus pasos. “A ella le pasé la estafeta”, dice con orgullo.
Menciona que hoy en día la enfermería tiene mayor demanda, por lo que hoy en día en las instituciones médicas están poniendo mayor énfasis en la medicina preventiva, para evitar complicaciones.
En la enfermería hay que incentivar al personal, ya que es un trabajo muy absorvente.
Dijo que hay que respetar el sueño de los pacientes, destacando que imposible que un hospital sea como la casa de los enfermos que atienden, por lo que siempre hay que vigilarlos, sobre todo a los que están muy graves.
Para ser enfermera dijo que se requiere tener mucha vocación.
“Cony” está casada con el químico Leobardo Rodríguez Flores, con quien procreó a sus hijos el ingeniero Joel Rodríguez Guzmán de 27 años, el estudiante de ingeniería Víctor Samuel, d e20 años y a la jovencita de 14 años Ana Laura, quien cursa la secundaria.
Se dijo “muy contenta y satisfecha”, ya que este viernes por la noche realizó un convivio con motivo de su jubilación al que acudieron cerca de 80 personas, entre parientes, amigos y compañeros de trabajo.
“Somos como una familia, pues todo el tiempo convivimos juntos”, fue el mensaje que emitió la ahora jubilada, quien de esta manera agradece primeramente a Dios, a su familia, a sus jefes y a sus compañeros.
Por su parte su esposo dijo que es una gran satisfacción verla ahora jubilada, pues duró fuera casi un año para realizar la preparatoria y sus licenciatura.
“Yo le reconozco su dedicación para superarse profesionalmente en su carrera sin dejar de lado el ser mamá, esposa y profesionista”, dijo el esposo de la nueva jubilada.
jesusaguirre25@hotmail.com
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