Por Ericka González—
Delicias, Chih.– Con un nudo en la garganta, el especialista en neumología y cirugía de tórax, Carlos Herrera Azcona, anunció su retiro, “aunque me cueste trabajo dejar la medicina es necesario, tengo 79 años y necesito estar más tranquilo para disfrutar a mi familia.
Con una trayectoria de 49 años al servicio de la salud en Delicias, Chihuahua, el especialista y reconocido doctor Carlos Herrera Azcona, anunció su retiro.
“Estamos viviendo una etapa muy delicada a nivel mundial, esta pandemia ha provocado el temor de mi familia, quienes reclaman que deje la consulta de pacientes para poderlos visitar, ya que se encuentran en diferentes partes del país y el extranjero”, declaró.
“Es una de las decisiones más difíciles, yo siempre fui enamorado de mi profesión, la medicina y el gusto de platicar con los enfermos, poderme ganar la confianza de todos ellos y de esa forma poder hacer los diagnósticos más adecuados”.
El entrevistado dejó en claro que no se va, se lo llevan, su familia solicita su presencia para disfrutar de todo lo que ha sembrado durante tantos años, hijos preparados, una esposa que lo apoya en todo, nietos y bisnietos, que tendrá la oportunidad de ver de cerca.
“Tengo como tres años pensando el tenerme que retirar, primero porque físicamente la pierna derecha no me está ayudando, en segunda tengo diferentes tipos de contracturas que me ha dejado el deporte”.
Señaló que cada vez que pensaba en retirarse, se sentía mal, pero sus hijos vieron la oportunidad ahora que se han desencadenado los problemas de salud pública a causa del coronavirus, ya que por su edad no puede estar recibiendo pacientes con males respiratorios.
LA FAMILIA, SUS HIJOS RECLAMAN TIEMPO CON ÉL
“Mi esposa Lupita, es lo mejor de toda mi vida, ella me ha cuidado y retirado en muchas ocasiones de cosas que me podían producir problemas, es lo máximo, siempre le digo que la quiero más que ayer, pero menos que mañana, porque mañana la voy a querer más”.
El doctor tiene seis hijos en total, el mayor Carlos Herrera Ceballos, es ingeniero Industrial; Mario Alfonso Herrera Ceballos, licenciado en Informática; Silvia Edith Herrera Ceballos, licenciada en Administración de Empresas; Iván Enrique Herrera Carrillo, médico Especialista Nefrólogo; Alejandro Herrera Carrillo, ingeniero Biomédico; y Michelle Herrera Carrillo, licenciada en Administración Financiera.
“Todos mis hijos son profesionistas, eso me hace sentir muy orgulloso, pero también estoy feliz por todo lo que la vida me ha regalado, porque llegaron a nuestras vidas diez nietos y tres bisnietos”, agregó.
“Aunque me cueste trabajo dejar la medicina es necesario que la deje, tengo 79 años y necesito estar más tranquilo para disfrutar de toda mi familia”.
LLEGÓ A DELICIAS PARA QUEDARSE
Originario de Veracruz, Veracruz, nació el 16 de julio de 1941, lugar donde cursó todos sus estudios, incluyendo la Facultad de Medicina Miguel Alemán Valdez, con especialidad en Neumología y Cirugía de Tórax, “fui de los últimos médicos neumólogos que estuvieron cuatro años estudiando la especialidad”.
Llegó a Delicias a la edad de 28 ó 29 años, ya casado con su primera esposa, el 16 de marzo de 1971, para cubrir la vacante por la renuncia del doctor Octavio Enríquez, a quien recordó como un gran amigo.
De su primer matrimonio nacieron sus hijos Carlos, Mario Alfonso y Silvia Edith Herrera Ceballos, pero lamentablemente su primera esposa perdió la batalla contra un cáncer linfomatoso.
Algunos años después se casó con su actual esposa “Lupita”, a quien le guarda mucho amor y respeto y entre bromas le agradece sus cuidados y hasta sus consejos a pesar de ser menor que él.
SU TRAYECTORIA EN DELICIAS
Fue director de las tres principales instituciones de Salud en Delicias, en dos ocasiones en el Hospital Regional, Clínica No. 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
Recordó que al llegar en el 71 a Delicias, tomó la base en el IMSS y a los dos años le hicieron jefe de Enseñanza, puesto en que se quedó durante doce años, de ahí continuó con la Subdirección Médica y después con la Dirección, ya que el doctor Norberto Bustamante Molina ya había renunciado.
Uno de los retos más importantes fue la dirección de las instituciones de salud, aunque reconoció que le pareció más difícil ser director del Hospital Regional que del IMSS, en primera por las carencias y en segunda que tenía que decir ciertas mentiras.
“Otra dirección que me causó controversias fue en el Issste, pero aún así fui director cinco años”, expresó contento como cuando se obtiene una medalla al concluir una carrera.
Recordó que en Chihuahua antes existía el Colegio de Neumología del Estado, donde obtuvo el nombramiento de gobernador del Capítulo Chihuahua de la Sociedad Mexicana de Neumología en Zacatecas, cada cinco años, donde le tocó participar en una sesión regional de Neumología.
Con nostalgia dijo que fue el primero que hizo en Delicias una cirugía de tórax, así como la primera cirugía cardiovascular, “con el tiempo el municipio se convirtió en un lugar conflictivo, donde se presentaron varios heridos de bala que también me tocó intervenir quirúrgicamente”.
Con la voz entre cortada por el sentimiento que representa el alejarse de casi cincuenta años al servicio de la salud, expresó que el paciente para él significa un miembro de su familia, a quienes es imposible ver como un número más de cama.
“Siempre hice el propósito de recordar el nombre y no decir –el paciente de la cama 7-, en todos buscaba la confianza”.
“Yo pasaba visita dos veces al día, por dos razones, porque el paciente necesita la plática del médico y la otra es porque después de las nueve de la noche comienza un cuadro de insuficiencia respiratoria y con eso evitaba recaídas e infartos del miocardio durante la noche y que fallecieran antes de amanecer”.
“Para ganarse la confianza de los pacientes se tiene que hablar con ellos, decirles que es increíble la vida, hay que estar pegados a ellos, que se sientan en confianza con el doctor que les está atendiendo”.
De esta forma aquel joven doctor veracruzano de 28 a 29 años de edad que llegó a Delicias para quedarse, se despidió a sus 79 años de la consulta directa con el paciente, a casi 50 años de ejercer su profesión, a la que ama y lleva en el corazón.
El doctor Carlos Herrera Azcona es anunciante de elsentido.com desde hace diez años, por lo cual esta empresa le desea todo tipo de éxitos y que disfrute al máximo a su familia.
CORTESIA EL DIARIO DE DELICIAS
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