Primero: Somos un movimiento social, no una ONG.
La ACJ y el FNRC no son ONGs (oene-ges: organizaciones no gubernamentales; también OSCs, oese-ces: organizaciones de la sociedad civil) son movimientos sociales, de tipo político-sociológico. Las ONGs realizan una invaluable labor comunitaria, tratando de cubrir el enorme espectro que deja la ausencia de una política social del Estado mexicano, se financian a través de proyectos que concursan a nivel público y privado, dependiendo su supervivencia del número de proyectos financiados y de ayudas filantrópicas.
Los movimientos sociales son acontecimientos sociológicos que surgen a raíz de un conflicto social no resuelto. Aparecen de manera espontánea por iniciativas colectivas o individuales y pueden durar en el tiempo, desaparecer y luego reactivarse, o bien transformarse. Su objetivo es lograr un cambio trascendental o solución a un problema x; trabaja de manera semi-organizada y se toman decisiones en asamblea.
Segundo: Tampoco somos un partido político ni apoyamos a algún político en particular.
La ACJ y el FNCR-Juárez son organismos autónomos que surgen indistintamente en el tiempo, pero con objetivos similares: la desmilitarización de Ciudad Juárez. La ACJ surge a raíz del movimiento en repudio al asesinato, todavía impune, del sociólogo Manuel Arroyo y otros colegas y estudiantes de la UACJ en el verano del 2009. El FNCR es un movimiento nacional con presencia en Ciudad Juárez desde el 2008, año en que encabezaron las primeras marchas ciudadanas contra la militarización en esta frontera.
Algunos miembros de la ACJ también lo son del FNCR y en ambos participan simpatizantes y militantes del Gobierno Legítimo, del PRD y de otras corrientes ideológicas, lo cual no significa que todos seamos simpatizantes o militantes de dichas organizaciones políticas. La ACJ, por su parte, aunque mantiene una postura apartidista como movimiento, esto no le impide hacer alianzas con otros movimientos sociales e individuos que coincidan con los objetivos de la Asamblea.
Tercero. ¿Censura o línea editorial?
En ningún momento la nota descubre las intenciones de la rueda de prensa y se destaca una participación descontextualizada del compañero, Julián Contreras, quien fungió como vocero, de tal manera que sus declaraciones “coincidieran” con lo que el comentarista Armando Cabada, considera “expresiones de Andrés Manuel López Obrador” cuando sugiere que la expresión de Julián Contreras, “el pueblo sólo se puede defender a sí mismo”, es similar a lo expresado por el político tabasqueño.
Esto es una tergiversación que oculta una intolerancia y prejuicios negativos de la televisora hacia la izquierda, al relacionar y querer encerrar a toda la diversidad sociológica izquierdista dentro de los partidos que dicen defender las causas de la sociedad, cuando en realidad las izquierdas, por lo menos en esta ciudad, no están en los partidos. Para muchos de nosotros incluso es insultante que nos vinculen con los partidos de “izquierda” o de cualquier otra “ideología” partidista.
Cuarto, ¿Politizar un hecho sangriento?
¿Cuántas veces no hemos escuchado de los políticos y ahora de los medios de comunicación, “que no se politicen los hechos”? ¡Claro que un comando armado masacrando una fiesta particular de jóvenes estudiantes es un hecho político! Y nos concierne a todos los juarenses (nativos y por adopción) por que todos en estos momentos corremos peligro por la política policiaca de la “guerra contra las drogas”.
Precisamente la posición de la ACJ y el FNCR es política: sostenemos que no hay guerra contra el narcotráfico y que la masacre del sábado 30 de enero en Villas de Salvárcar, es el último hecho sangriento de una política represiva del gobierno federal en contubernio con el estatal y municipal. Por eso exigimos la revocación de mandato de Felipe Calderón Hinojosa, junto con la desmilitarización, entre otras demandas.
Tampoco se informó que estamos invitando a la sociedad juarense este sábado 6 de febrero al parque de Villas de Salvárcar, a las doce del día, para un evento artístico-político en justicia por las víctimas de la violencia en Ciudad Juárez, a las que ahora se suman estos jóvenes habitantes de dicho fraccionamiento, ni que el FNCR atiende casos relacionados con los abusos militares.
En resumen:
No somos un grupo rijoso, extremista o armado (ni pretendemos serlo) pero exigimos paz, como todo ciudadano, ciudadana de esta ciudad y no por eso merecemos un trato despectivo como el recibido en la edición antes señalada del Canal 44. Se nos podrá criticar por nuestras posiciones radicales y las maneras de manifestarnos, pero no se nos puede negar el derecho a la manifestación, a la libre expresión ni a desprestigiarnos prejuiciosamente por defender una posición distinta.
Con esta misiva invitamos al Canal 44 y a todos los medios de comunicación en general, a ser objetivos con la noticia, a no emitir juicios de valor con desconocimiento de causa, a que se informen bien; a no confundir a sus lectores, radioescuchas o telespectadores con información tergiversada, la sociedad juarense tenemos derecho a la información, exigimos respeto y honorabilidad en la noticia.
A t t e.
Asamblea Ciudadana Juarense
Responsable del escrito: Carlos Murillo G.
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