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Alzan la copa de futbol Rayados de Monterrey

rayados...MONTERREY, Nuevo León.- Monterrey ya no vivirá del recuerdo y el campeonato del 86 ahora sí forma parte del extenso anecdotario rayado. Anoche volvió a celebrar el título en casa como hace 24 años, y lo hizo en forma categórica al doblegar 3-0 al Santos Laguna (5-3 en el global).

“El Abuelo, Bahía” y “Xalapa” Ortega seguirían siendo evocados por ser parte de la historia albiazul, que ayer inscribió nuevas leyendas como Aldo de Nigris, Walter Ayoví y Humberto Suazo, autor de cinco goles en la Liguilla, tres de ellos en la Final.

La gloria de La Pandilla también tiene apartada un lugar especial para Víctor Manuel Vucetich, que incluyó su quinto campeonato en su prestigiado currículo profesional, una cara opuesta al técnico Rubén Omar Romano, con la carga de cuatro Finales perdidas.

“Y ya lo ves, y ya lo ves, es para los Tigres que lo miran por TV”, entonó el plantel rayado en su festejo, acompañado de un empapado Vucetich, quien previamente había recibido el baño de monarca por parte de Aldo y Juan de Dios Ibarra.

Luis Pérez no jugó el choque decisivo, pero alzó el trofeo de campeón como capitán, para después, junto a la plantilla, realizar la añorada vuelta olímpica en la pista del Tecnológico, arropado por una afición efusiva y entregada.

El emblema Jesús Arellano no se perdió la celebración y al final corrió con trofeo en mano para festejar en la intimidad del vestuario, perseguido por sus compañeros y la prensa. Monterrey tiene al mejor equipo de su historia.

DE PRINCIPIO A FIN

El campeón no esperó siquiera para estudiar al rival porque utilizó el tiempo para ser agresivo, para asfixiar a un rival cauteloso y que fue peligroso en el espacio largo, sabedor que Monterrey necesitaba con urgencia de un gol para empatar la eliminatoria.

Suazo sacudió el travesaño y después castigó a Oswaldo con un tiro franco que el arquero santista salvó apurado. Dos avisos serios del “Chupete” en ese arranque explosivo de La Pandilla.

Pero cuando el equipo albiazul más ocupaba a la zaga lagunera, Davino se despistó y su entrega a Jonathan Orozco cambió de rumbo y le regaló la pelota a Benítez, quien fue estorbado en su tiro a puerta por Basanta y a pesar de que el arco estaba desguarnecido por un resbalón previo de “Jona”, el ecuatoriano disparó a un lado.

Después, Neri Cardozo apareció por izquierda y trazó largo para De Nigris, puntal para llegar a la cita con el esférico, a la espalda de la dormida defensa de La Comarca, pero el delantero regio encimó su disparo, acariciando el travesaño.

Era demasiada insistencia rayada, que cristalizó su dominio y asedió al marco lagunero con el gol de Suazo, impecable para definir pegado al poste derecho de Oswaldo con un tiro de media distancia, tras una extraordinaria pared con De Nigris. El 1-0 que daba vida e igualaba el global 3-3.

Monterrey tenía así premio a su esfuerzo, a su determinación y obligación de imponer su condición de local, ante un adversario que en la apertura fue conservador y dedicado exclusivamente al contragolpe como arma para hacer daño, con la rapidez y picardía de Benítez y Quintero.

El complemento fue de azul y blanco. En el minuto 72, Cardozo cobró por izquierda un tiro de esquina y Basanta remató impecable de cabeza para el 2-0, ante el reclamo de todos los laguneros, que protestaron que el balón estaba adelante del vértice de corner.

Ajeno a la discusión, Monterrey se ordenó y cerró la cortina con los ingresos de Meza, Morales y Santana, secando los intentos de Benítez, Quintero y Ludueña, quien ingresó de relevo.

Para cerrar con broche de oro su brillante participación en Liguilla, Suazo amagó a toda la zaga santista y venció a Oswaldo con un tiro de zurda bombeado para el 3-0 que sentenciaba la Final del Apertura 2010.

Armando Archundia pitó el final y dijo adiós al arbitraje, mientras Monterrey bordaba su cuarta estrella y se convertía en el equipo de la década. Felicidades, campeón.

cortesia laaficion.com

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