América contra la pared
Al América hay que agradecerle la manera en que anoche se dedicó a irse hacia el arco de Santos, olvidándose por completo de lo que su propia naturaleza le dicta como obligación al ser dirigido por Manuel Lapuente y que tiene que ver más con el futbol efectivo en número, pero no en espectáculo.
Es verdad, su peor posición en la tabla general al término de la fase regular respecto a la del cuadro de La Comarca no le dejaba demasiada opción al equipo de Coapa, que se decidió a jugársela e irse hacia el frente en busca de una buena ventaja que llevarse al estadio Corona.
Pero más allá del agradecimiento, del aplauso por, aunque de manera muy tardía, responder a lo que su tribuna quería, está la apabullante realidad: Santos, hoy por hoy, es mejor equipo que el dirigido por Lapuente con todo y su súbita valentía. América 1-2 Santos.
Anoche, en el Estadio Azteca, se vio por fin un encuentro con calidad de finales. Y en eso tuvieron que ver mucho las Águilas que, sin embargo, fue superado por Santos, maniatado y dominado para poner la serie en todas las condiciones para que el próximo domingo, en la vuelta, los laguneros liquiden a su favor y ante su gente.
América salió con una maquinaria ofensiva como pocas se le había vistió en esta campaña con Vicente Sánchez y Ángel Reyna como volantes de igual sacrificio que de proyección, con Daniel Montenegro como creativo y Vuoso como punta, pero Santos, tras los duros trancazos que le ha dado el futbol en campañas anteriores, parece que por fin ha aprendido cómo se debe jugar una liguilla, y sin renunciar a ese dinamismo y explosividad que le caracteriza de media cancha hacia adelante, terminó matando a su rival.
Santos Laguna controló a la perfección al desembocado América con el que se topó en la cancha del Coloso de Santa Úrsula y lo zarandeó a cuenta gotas, sigilosamente, con violentos latigazos que sus demonios al frente, Christian Benítez y Darwin Quintero, encabezaron durante todo el partido.
Y aunque América trató de responder a la altura de estas circunstancias, la verdad es que sí terminó pesando esa naturaleza que el equipo había ondeado como su bandera durante la fase regular de la temporada. Porque, aunque parezca difícil de entender, la manera en la que atacaron los amarillos, en comparación con la de los laguneros, terminó siendo primitiva, rústica, como lo demostraron en los últimos 10 minutos del encuentro que, presas de la desesperación, los de Coapa llenaron el área santista de centros sin ton ni son, fácilmente controlables por los aplicados defensores albiverdes, que como su único error de la noche tuvieron la salida en línea a destiempo para que Ángel Reyna entrara pleno a poner el 1-1, después de que Quintero abriera el marcador.
Santos terminó siendo mucho rival, demasiado equipo para un América que, con el gol de Benítez a un minuto del final, se verá, otra vez, obligado a dejar el manual en el vestidor para entrar a la cancha del Corona con el corazón en la mano y la complicada misión de ganar por dos goles de diferencia.
En el Corona no habrá promoción – Carlos Contreras Legaspi
El Azteca finalmente mostró una cara más decorosa para un partido de Liguilla, media entrada es mucho que rescatar después de lo visto el sábado pasado ante San Luis y América tuvo más apoyo en la tribuna.
Pero el domingo en Torreón no será así, en el Estadio Corona no habrá descuentos ni promociones para los de amarillo. América falló otra vez las que no se podía. De nuevo en los botines de Vicente Sánchez y un nuevo protagonista de la debacle de las Águilas. Rolfi Montenegro, que después de vestirse de crack en el pase a Reyna en el primero desperdició una clara oportunidad para liquidar a Oswaldo Sánchez.
Decía Lapuente que Vouso fallaba porque estaba ahí y que le gustaría tener 11 como él. Pues esta vez el dos veces ex Santos no estuvo ahí ni para fallarlas.
De lo de anoche no tiene la culpa el titubeante arbitraje de Jaime Herrera, ni el incontenible talento a la ofensiva Lagunera. América tuvo para ganar y perdonó; Santos no tuvo misericordia.
Rubén Omar Romano mostró experiencia y esa faceta en la que sabe manejar los momentos de los partidos que no le conocíamos. Tiene a Lapuente en un puño y esperando a dar el tiro de gracia en el Estadio Corona.
En el partido anterior me despedí con tres preguntas que hoy encontraron respuesta:
1. ¿Qué iban a hacer sin Aquivaldo? Perder, sin mucha culpa, pero Treviño estuvo ahí en las dos jugadas de los goles Santistas.
2. ¿Qué iba a pasar si fallaban en la semifinal como contra San Luis? Volvieron a fallar y Santos se va con la eliminatoria casi liquidada.
3. ¿Quién diablos iba a llenar el Azteca? Nadie, ni los niños gratis.
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Santos le dio una lección al América – Gerardo Velázquez de León
Pocas veces se observa a un equipo visitante que juegue como lo hace este Santos de Rubén Omar Romano. Dominador desde el primero hasta el último minuto en el Estadio Azteca, marcando el ritmo y dándole por momentos un baile al inoperante América.
Si la puntería estuviera afinada no habría quién le ganara al Santos, un equipo potente que sabe a lo que quiere jugar. La poca imaginación de la ofensiva del América, la torpeza de Matías Vuoso y el injustificado cambio de Daniel Montenegro facilitó a Santos a tener más cercana su segunda Final consecutiva.
Lapuente podrá decir lo que guste, pero ayer América, aunque no le marcaron un penal a favor, fue inferior al equipo de Romano y eso que cedió la posesión del balón por más de 30 minutos en el segundo tiempo. Se vivió, sobre todo en el primer tiempo, un partido digno de semifinales.
Romano no ha ganado un campeonato, pero es lo menos importante cuando las propuestas y filosofía se respetan, conociendo que tarde o temprano quien esté más cerca de la portería rival ganará, aunque las fallas de sus delanteros pongan nerviosos a más de un seguidor santista. Eso es lo que le hace falta a este equipo norteño, acabar con su rival antes.
Al América le regresó su realidad y ahora, ante la necesidad de encontrar dos goles sin respuesta en Torreón, está muy cerca de volver a fracasar.
La Final tiene olor a agujas norteñas, a arrachera, a fritada, y me parece que ya es tiempo que Romano se siente un domingo a celebrar un campeonato.
Dato
Ángel Reyna está descartado para el juego de vuelta por un desgarre, pero Aquivaldo Mosquera sí jugará.
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