TOLUCA, Méx.— La Procuraduría General de Justicia del Estado de México dio a conocer que la pequeña Paulette murió asfixiada y que su madre seguirá arraigada pero en calidad de sospechosa-indiciada por homicidio, lo que abre una interrogante sobre cómo ocurrió ese evento.
El procurador Alberto Bazbaz informó que el cadáver de la niña, desaparecida desde el pasado 22 de marzo, fue hallado entre el tambor y colchón de su cama “con poca posibilidad de respiración, al estar de alguna forma muy cercana a la parte lateral del mismo colchón. Tenía oclusión en las áreas por donde ingresa el oxígeno y eso con el paso del tiempo, de alguna forma la fue cansando y le fue generando la menor posibilidad de recibir oxígeno”.
Agregó que en el inicio de la investigación no se tomó la determinación de cerrar el departamento de donde había desaparecido la menor, ya que en esos momentos únicamente tenían el objetivo de apoyar a la familia por la desaparición de uno de sus integrantes.
Pero luego de inconsistencias en declaraciones de sus padres y niñeras, continuó, se procedió a solicitar un arraigo y restringir el acceso al domicilio.
El martes se percibió un olor a putrefacción y fue así como en la madrugada del miércoles se localizó el cuerpo.
Dijo que la Procuraduría no ha determinado la hora en que murió, pero apoyado en conclusiones de una sicóloga, afirmó tener elementos para determinar que Lisette Farah, madre de Paulette, es sospechosa.
Mostró videos y grabaciones en los cuales Farah le pide a su hija mayor, no seguir preguntando “porque se puede interpretar que tú la echaste fuera” y concluye diciendo: “Si no hay evidencia, no hay nada”.
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