—Gabriela Coutiño—
Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Margarita López Gómez, indígena tzotzil originaria de Mitontic Chiapas, pasó siete años presa en dos penales de Chiapas, sentenciada por la muerte de su esposo de quien sufrió golpes, padeció poligamia y la violación de su hija mayor; este viernes fue liberada, después de que el poder judicial del estado decretara su liberación al cumplir más del 50 por ciento de la pena purgada.
El Centro de Derechos Humanos de la Mujer de Chiapas (CDMCH), un organismo no gubernamental con sede en San Cristóbal de las Casas, informó que Margarita fue puesta en libertad por la intervención del gobernador Juan Sabines, debido a la presión de grupos civiles y activistas de las redes sociales ejercieron para que la indígena saliera de prisión.
“Tan pronto abandonó el penal de San Cristóbal de las Casas, Margarita corrió a su pueblo Mitontic, porque le urgía reunirse con sus siete hijos”, dijo el organismo.
Seis de sus hijos los tuvo con Juan Velasco López, su esposo muerto, el séptimo hijo lo concibió cuando se encontraba encarcelada en un penal municipal de Venustiano Carranza, donde residía, al sufrir una violación.
El Centro de Derechos Humanos de la Mujer de Chiapas, documentó a lo largo de los últimos años la triste y dolorosa vida de Margarita.
Originaria del paraje Tojchuctik, municipio de Mitontic, uno de los más pobres y marginados de Chiapas, Margarita fue comprada por su esposo, quién se la llevó a vivir a un rancho de la colonia Montecristo en el municipio de Venustiano Carranza.
Allí empezó su sufrimiento, Margarita era violada, golpeada y fue metida al alcoholismo por su esposo.
Juan Velasco, su marido además de procrear con ella seis hijos, se hizo de otra esposa a la que llevó a vivir a la misma casa con Margarita. Juana Santiz Méndez también tuvo seis hijos con Juan.
A las dos esposas, Juan las arrastró con él en el alcohol. Mientras que a la mayor de sus hijas que tuvo con Margarita, Sonia, la violó desde los ocho años. A los 12 años Sonia tuvo su primer hijo, al año siguiente volvió a dar a luz a una hija de su padre.
La historia documentada por el Centro de Derechos Humanos de la Mujer de Chiapas, señala que las tres mujeres, las dos esposas y la hija cada vez que Juan las golpeaba, buscaban la ayuda de las autoridades, pero nunca les hicieron caso.
Hasta que un día, en el año de 2005, Sonia, la hija mayor, determinó acabar con la vida de su padre y violador. Mientras Juan en encontraba alcoholizado, Sonia tomó un tronco y terminó con él.
Muerto Juan, las tres mujeres Margarita, Juana y Sonia, dejaron el rancho junto con sus 14 niños; Juana se fue a la cabecera municipal de Carranza con sus seis hijos, Margarita y Sonia su hija se fueron a Mitontic, el pueblo de Margarita.
Pero, unos días después, las tres fueron detenidas y encarceladas. Margarita fue internada en la cárcel preventiva de Venustiano Carranza, Juana fue acusada por encubrimiento del asesinato, mientras Sonia estuvo presa durante dos años y medio en el Centro de Readaptación para Menores Infractores.
A Margarita en 2005 se le dictó una pena de 15 años de prisión. En el 2008 fue enviada al penal de San Cristóbal de las Casas donde sufre una violación y tiene a su séptimo hijo.
Este viernes, después de siete años de prisión Margarita salió de la cárcel por la ayuda del Centro de Derechos Humanos de la Mujer de Chiapas que difundió su caso en las redes sociales, donde solicitó una cooperación para pagar la fianza que le era solicitada a Margarita para quedar en libertad.
El caso llegó al gobernador del estado Juan Sabines, quién pidió la intervención del poder judicial y le fue reducida la pena.
El gobierno de Chiapas informó que le ha ofrecido a Margarita atención psicológica y apoyo económico para que pueda reiniciar su vida en libertad.
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