Colombia; Ni perdón ni olvido
BOGOTÁ, Colombia (AP) — El rechazo al acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC se impuso el domingo por un estrecho margen, en un importante revés para el presidente Juan Manuel Santos que ordenó mantener el cese al fuego y prometió continuar con su intento de poner fin a una guerra de medio siglo.
Con más del 99% de las mesas escrutadas, el “no” obtuvo el 50,21% de los votos frente a un 49,78% de quienes lo apoyaban, una diferencia de poco menos de 60.000 sufragios. El resultado fue contrario a todos los pronósticos que anticipaban una victoria amplia del “sí”.
“La mayoría, así sea por una estrechísimo margen, ha dicho que ‘no’. Soy el primero en reconocer ese resultado”, dijo Santos en una alocución televisada la noche del domingo.
“Soy el garante de la estabilidad de la nación”, añadió tras una jornada en la que hubo también una alta abstención, al participar sólo el 37% de los 35 millones de habilitados.
Santos, el máximo impulsor de los convenios que hace menos de una semana firmó con el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), convocó a una cumbre de partidos opositores para analizar lo que sigue y ordenó a sus negociadores regresar a Cuba el lunes y reunirse con los líderes de la guerrilla.
El jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, lamentó desde La Habana que el “poder destructivo de los que siembran el odio y el rencor hayan influido en la opinión de la población”.
“Al pueblo colombiano que sueña con la paz que cuenten con nosotros”, dijo Timochenko.
En las afueras del Palacio de Nariño, la sede de gobierno en el centro de Bogotá, Santos salió a hablar con personas que con banderas blancas apoyaban los acuerdos.
El conflicto armado con las FARC dejó al menos 220.000 muertos y desplazó a casi ocho millones de colombianos.
El resultado del plebiscito perfila un incierto futuro para el acuerdo de paz firmado una semana atrás frente a líderes de la región y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Partidarios del “no” festejaron el sorpresivo resultado, aunque aún no se había pronunciado el principal promotor, el ex presidente Alvaro Uribe.
Los opositores al acuerdo argumentaban que el gobierno sentaba un mal ejemplo que podrían aprovechar los grupos criminales entregándoles muchos privilegios a los rebeldes que se reincorporen a la vida civil.
“Este es un golpe fuerte para la gobernabilidad del presidente”, dijo Héctor Riveros, un experto y abogado en comentarios a la cadena Caracol.
Casi 82.000 mesas se habilitaron en Colombia y el extranjero para el plebiscito.
Bajo una lluvia que azotó a Colombia como consecuencia del huracán Matthew, Santos fue uno de los primeros en colocar su papeleta en la Plaza Bolívar, en el centro de Bogotá.
Para fomentar la asistencia, las campañas del “sí” y del “no” llamaron a las personas a votar. En algunos lugares se habilitó transporte público gratuito y se encontraba vigente la ley seca.
Las elecciones se desarrollaron en completa tranquilidad en todo el país, dijo Luis González, de la Fiscalía General de la Nación y en lugares a donde los comicios eran más o menos hostigadas por la guerrilla, los ciudadanos se manifestaron satisfechos con la calma.
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