Tiene 114 años de vida doña Carlotita Moreno
Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
CD. MEOQUI, Chih.- A sus 114 años de vida Doña Carlotita Moreno Moreno, nacida el 4 de abril de 1900 en Los Carrizos, municipio de Parral, con el sentido del oído casi perdido, y con un marcado gusto por el baile, cuenta que ya enterró a sus dos maridos y le tocó vivir la Revolución y conocer a Pancho Villa, quien le dio dinero a su familia.
Ella vive desde hace casi dos años y medio en el asilo de ancianos “El Peregrino”, donde contagia con su buen humor y las grandes ganas de vivir.
Doña Carlotita Moreno Moreno, es un ejemplo de vida por lo difícil que representa llegar a esa edad, menciona que siempre vivió en Parral hasta ahora que anda por acá, desde hace poco más de dos años, casi los dos y medio.
Dijo que tuvo tres hijos, pero sólo vivió uno que ya murió, y aquí en Meoqui viven sus nietos, hijos de él.
Al preguntarle que cómo se siente a sus 114 años, respondió que se mantiene mala, enferma de sus rodillas porque casi no puede caminar, pero sí lo hace ayudada de un andador y nunca ha tenido operación.
De muy buen apetito, pues este jueves 28 de agosto el DIF les celebró “El Día del Abuelo”, con comida, refrescos, música y pastel, recuerda que su abuelita se llamaba Margarita y su mamá Juanita.
Hablándole fuerte al oído se le hacen las preguntas, ya que casi no oye, y agrega que su abuelito se llamaba Martín y su papá Pablo. Sus primas hermanas Adelina y Juanita, ya que no recuerda a sus demás familiares.
Al revivir su recuerdos señala que también tenía unas primas María, Benita y a ella siempre le gustó el baile e iba a la plaza de Parral cuando joven, lugar en donde les daban a las muchachas gardenias.
“En la plaza nos regalaban muchas gardenias, flores bonitas y en Parral iba a bailar nomás a los salones”, señala Carlotita.
A pregunta de que si conoció a Pancho Villa dice:
“¡Cómo no! Sí lo conocí . Era alto de buen cuerpo, más bien gordito, que flaco, y para nosotros sí fue buena gente, ya que le regaló a mi abuelita dinero, un altero de dinero”.
Vestida este “Día del abuelo” muy guapa, con un conjunto color rosa, dice que se casó sólo una vez, pero ya ni se acuerda ni cómo se llamaba su primer esposo, porque después se juntó con Gregorio, a quien ella le decía “Goyito” y fue una persona que se portó muy bien con ella; que le hacía comida, caldito de pollo con bastantes verduras y a pesar de no trabajar a ambos les daban su pensión. Pero Goyito un día falleció al quemarse cuando le cocinaba.
Y le entra la nostalgia, casi a punto de llorar, pues ella quiso mucho a Goyito, quien la trato casi como a una reina.
Dice que en su cumpleaños hace ya poco más de dos años, cuando cumplió 112, la llevaron a pasear a Chihuahua, donde había muchas muchachas bonitas y la invitaron a comer y cuando fue al mercado de Parral se comió un platillo de chuletas con papas doradas.
“Ahora estoy aquí con mis madrecitas -Misioneras de la Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús.
jesusaguirre25@hotmail.es
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