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Vive en Delicias hija de Pancho Villa

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Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—

Delicias.- María Guadalupe Villa Quezada, quien nació el 12 de diciembre de 1916 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, cuenta con 97 años de edad, próxima a cumplir los 98, es hija legítima, reconocida como tal, del general Francisco Villa y Amelia Severiana Quezada Romero “La Chata” o “La Chatita” y cuenta que si conoció a su papá, ya que cuando lo asesinaron ella tenía siete años de edad e iba para los ocho.

Al preguntarle que si recuerda a su papá, con una lucidez, que ya quisieran personas más jóvenes, señala. “¡Cómo noooo!”

“Fíjese una cosa: Un día estaba leyendo él muy entusiasmado y quitado de la pena un periódico, ya que le decían Juanita a la marihuana en aquel entonces, cuando pasé yo y se me hizo muy raro que estuviera recargado en la pared le dije mi general, porque no le decía papá, ¿mi general qué está haciendo? Y no me contestó porque estaba muy apurado leyendo aquello y luego se me hizo muy raro y me pasé, pensando, porque se me hizo muy raro: ¿Por qué no me contestó mi general y luego me devolví y le di un codazo que casi lo senté, esperando que me diera un trancazo, un golpe o algo así, pero para mi sorpresa con aquel amor me abrazó, con aquella ternura y me dijo ¿qué pasa mija, qué pasa? Es que usted no me contesta y me responde que estaba muy entusiasmado leyendo. ¿Cómo ve?”.

Continúa la charla y le dice doña Lupita a este reportero: “¿Y sabe usted por qué se llamó él Francisco Villa? –Porque le violaron a su hermana y él juró vengarse y ¿cómo quisiera decirle? que pagara el hombre aquel, lo que había hecho el hacendado. Entonces un día se fue él allá con el hacendado y en eso entraba el que daba las noticias de qué hacían, qué pasaba y todo eso. Entonces le arrebató la pistola de la cintura y le pegó en las dos piernas para que se arrastrara y que sintiera el daño que había hecho y por esto se tuvo que esconder él, Pancho Villa, mi papá”.

“Y empezó a andar de aquí para allá y de allá para acá. Se juntó con unos que robaban…pero de a deveeeras! No de poquito, sino de caballos, de vaca, de burros. De cosas graaandes a modo que les dieran dinero, ¿verdad? Entonces en aquel entonces se juntó con uno que se llamaba Francisco Villa y en eso llegó una banda y mató a Francisco Villa, al verdadero Francisco Villa y cuando estaba tirado, se arrimó mi papá, mi general, como yo le decía, al cuerpo y les dijo a sus compañeros: ¡Hey aquí muchachos, los que estaban con él, verdad. Muchachitos, el General Pancho Villa no ha muerto. El que murió fue Doroteo Arango y desde entonces se quedó con el nombre de Pancho Villa, hasta la fecha”.

Con orgullo doña Lupita, quien se vale de un andador para caminar, vestida con un elegante saco de color verde, menciona. “Gracias a él (a Pancho Villa) tenemos escuela, gracias a él hay estudios”.

Se le consulta a la entrevistada que si el Gobierno le da a ella pensión y señala: “Huy me daban tres mil pesos, pero ya no me dan nada, desde hace un mes. Y no me han dicho nada. Mire yo estoy registrada con el nombre de Guadalupe Romero y fui con los del Gobierno y con los Villistas para decirles que me dieran una constancia para que supieran que yo soy hija de él, por eso me pusieron y yo me crié con Lucita (Luz Corral de Villa) la verdadera esposa de mi general y la señora Carmen y me metieron al colegio y ahí estudié primero, segundo, tercero, cuarto, hasta sexto y en una academia como secretaria”.

Y ahora viajó a las Fiestas Cuchillo Parado 2014, junto con su hija y el esposo de esta, don Alfredo Sánchez, porrista de Algodoneros de béisbol y Pioneros de básquetbol.

Previo a su viaje mencionó con bastante entusiasmo que viaja muy contenta a Cuchillo Parado, ya que va a ver al Gobernador del Estado, quien la atiende muy bien, “como que me quiere mucho”, señala doña Lupita Villa.

“Me siento muy bonito cuando voy. Viene mucha gente y para mi es una cosa muy grande, ¿verdad?, que recuerden a aquel hombre que les hizo un bien y para mi es un gran orgullo que Pancho Villa sea reconocido en todo el mundo y lo que era mi padre”.

LE GUSTARÍA QUE LE DIERAN UNA PENSIÓN

Doña Lupita dijo que le gustaría que le dieran una pensión, que es gusta, ya que pensaban que está muerta. Y casa no le prometieron. “Veame aquí estoy de arrimada con mis hijos.

Asegura que recuerda muchas cosas de su papá Pancho Villa, ya que cuando estaba chiquita la abrazaba y la besaba y la llevaba de la mano con los demás soldados y “un día le dije yo a él por qué se llama así si su nombre es Doroteo Arango, por qué le dicen Francisco Villa y fue cuando me platicó aquello que habían matado a Francisco Villa el verdadero, porque fue muy valiente”.

Dijo que la llevaba mucho para allá a la Hacienda de Canutillo.

RECUERDA CUANDO MATARON A VILLA

Menciona que cuando mataron a su papá estaban ahí en la casa en Parral, ya que iban a bautizar a un niño y “se levantó muy temprano él (el General Francisco Villa) y lo mataron a las 8 con 10 minutos y pronto salió mi mamá y luego luego nos dimos cuenta porque muy claro se oyeron los balazos. Le dije yo al que nos cuidaba ahí: Oí los balazos”.

Destaca que le faltaban meses para cumplir los ocho años cuando vio aquella tragedia en que asesinaron a su padre y de Parral se vinieron para acá, ya que los echaron para afuera a toda la familia que estaban ahí.

Y a los dos meses después murió su mamá, a quien se le reventó la vesícula.

Señala que cuando la tragedia en que asesinaron a Villa se vinieron a una Hacienda cercana a Delicias, mencionando que siente coraje contra los que los echaron de Parral, ya que su tía Lucita los recogió y cuando salieron de Parral no les dieron oportunidad de sacar nada.

Reconoció doña Lupita que su papá Pancho Villa tenía muchas mujeres, aunque estaba muy chica y no recuerda cosas de esas.

Subraya la entrevistada que se siente muy orgullosa del apellido Villa, subiendo el tono de voz al señalar que “Si hubiera personas como Villa le juro que ya no habría ladrones. Hace falta que haya más hombres como él. Mi papá después de una batalla se juntaba con su gente”.

Doña Lupita, a mucho orgullo hija legítima de Pancho Villa señala que lo más importante es lo que a este reportero platicó. “Para mi fue una cosa tan hermosa cuando me abrazó y me dijo con aquel amor, con aquella ternura, mijita”.

Dijo que su papá no era güero, güero y “más bien era blanco con los ojos verdes como los míos y era un tipazo”.

Lo más bonito que recuerda es que su padre les dijo que quien quisiera seguirlo que se fueran con él.

“EL GOBIERNO NOS IGNORA POR COMPLETO”   

Dijo doña Lupita que el Gobierno no les da el trato que merecen a los hijos de Villa y a los descendientes de quienes participaron en La Revolución, ya que “nos ignoran por completo y no pedimos dinero, sino que nos recuerden y que nunca nos olviden, ya que se regó mucha sangre para que nos ignoren así porque asi”. jesusaguirre25@hotmail.es

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