Agradece milagro de la Vírgen doña Rosita
—Por Jesús C. Aguirre Maldonado (Texto y Fotos)—
Delicias.- La señora Rosa Baxin Paxtian, mejor conocida como “Doña Rosita”, originaria de San Andrés Tuxtla, Veracruz, pero con 25 años de vivir en Delicias vivió en carne propia un milagro guadalupano, ya que después de que le explotó el horno de una estufa perdió la vista y con rezos y peticiones a la Virgen de Guadalupe recuperó la vista y ahora hasta ensarta la aguja, por lo que tiene tres años seguidos haciéndole su festejo a la “Patrona de los Mexicanos”, montándole su altar a las afueras de su domicilio ubicado en la avenida Colombia 308 de la colonia Desarrollo Urbano.
Dice Doña Rosita que su fe guadalupana le viene de su mamá, que en Veracruz duró alrededor de 20 años y ella acá en Delicias tiene tres años consecutivos montándole su altar a la Virgen de Guadalupe.
Recuerda que en Veracruz le ponían a la guadalupana en el altar una planta que olía muy bonito, como a cremita y ella en su domicilio de la Desarrollo Urbano de aquí de Delicias este 12 de diciembre organizó un festejo a la virgen con todos los vecinos en donde hubo tamales, atole órgano melódico en donde tocaron teas guadalupanos.
Con 74 años de edad a cuestas recuerda muy bien la fecha, cuando en 30 de agosto le explotó el horno de la estufa y quedó sin ver tres meses.
“Le pedí a la virgen que le devolviera la vista. Le pedí a la virgencita. Le dije haz que crean en ti y límpiame y ahora hasta ensarto la aguja”, dice con orgullo.
Menciona que este 12 de diciembre acudieron muchos vecinos y hasta gente desconocida que llegó a su domicilio al escuchar la música y canciones alusivas a la virgen.
Con 25 años de vivir en Delicias menciona Doña Rosita que en febrero del 2006, hace ya seis años falleció su esposo, pues “sabemos que nacemos , pero no donde vamos a quedar”, refiere a este reportero.
Destaca que hizo una olla grandota de tamales y atole de maicena de chocolate y nada quedó.
“Hubiera visto las filotas de chiquillos, vino mucha gente y viera que a mi me gusta mucho cuando se acaban las cosas, que todos coman y estén contentos”.
Agrega que el año pasado hizo tamales con hoja de plátano y ahora fueron de carne de puerco. “Compré 7 kilos de masa y 6 y medio de carne”, relata.
Para el día 12 de diciembre menciona Doña Rosita que vino la rezadora y lso vecinos se juntaron en su casa, donde se montó el altar a la virgen.
“Empezamos a las 4:00 pm y terminó a las 7:00 pm . Invité a los más allegados pero vino mucha gente que hasta ni conocíamos, al oir la música, pues yo le ofrecí el órgano a la virgencita”.
Menciona que ella pertenece a la comunidad católica y para ella fue un orgullo hacerle su homenaje a la virgen, pues es guadalupana de hueso colorado de herencia y su otra hermana que se quedó en Veracruz allá también venera a la virgen.
“Todo el tiempo le he tenido mucha fe a mi virgencita, que también, junto a mi Dios me concedió la dicha de aprender a leer a los 65 años de edad, pues con fervor le pedía me diera conocimientos y sabiduría para poder leer las Santas Escrituras y conocer de su palabra y me lo concedió, pues la creencia siempre la tenemos y yo no sabía leer”, cuenta Doña Rosita.
Dice que en sus sueños se le abrazaba a Dios y le concedió aprender a leer dotándola de conocimientos y sabiduría, por lo que está eternamente agradecida con Dios y con la Virgen de Guadalupe, por eso cada año le hace su fiesta e invita a todos sus vecinos a unirse al festejo. jesusaguirre25@hotmail.com
Últimos comentarios