Home » Destacados » Candil de la calle…por Aída María Holguín

Candil de la calle…por Aída María Holguín

Tal parece indicar que el Gobernador de Chihuahua, César Duarte, ha concretado su forma de gobierno y que no es otra cosa diferente a lo expresado en el viejo y conocido refrán: “candil de la calle, oscuridad de su casa”.

Ahora resulta que el Gobernador Duarte le da la bienvenida a los movimientos como el que encabezan personas como el escritor Javier Sicilia; y según trascendió en los medios de comunicación, también señaló que “más allá de los daños que se ocasionaron al equipamiento urbano municipal durante la marcha del domingo, está la expresión de la ciudadanía”.

Adicionalmente, César Duarte expresó el respaldo del Gobierno del Estado de Chihuahua a las manifestaciones de este tipo, ya que fortalecen el vínculo con los habitantes para romper así la sinergia nociva que enfrenta la sociedad

Sorpresivamente una gran sensibilidad ha llevado Duarte a darle la bienvenida a Sicilia a nuestro estado, diciendo que espera que en gran medida todas esas aportaciones sirvan para terminar con la sinergia tan dolorosa para la sociedad mexicana y en particular para Juárez.

Todo lo expresado por el ejecutivo estatal en relación al movimiento que encabeza Javier Sicilia, –bajo otras circunstancias–, sería motivo de orgullo para los Chihuahuenses; sin embargo, –y bajo las circunstancias reales– es motivo para hacerle algunos cuestionamientos:

¿Prestarle atención –a su debido tiempo– a las manifestaciones de Marisela Escobedo –por ejemplo– no hubieran fortalecido el vínculo de su gobierno con los chihuahuenses?, ¿Qué tiene Javier Sicilia que no haya tenido Marisela?, ¿por qué Sicilia si merece el respaldo del gobierno de Chihuahua y Marisela Escobedo no lo mereció?

¿Por qué las veladoras y la placa en honor de Marisela Escobedo si representaban un daño, y los deterioros ocasionados durante las marchas del pasado domingo no? ¿La expresión ciudadana es válida solo cuando ésta no sea en contra del Gobernador Duarte?

En fin, las preguntas que nacen de esta “sensible” postura del mandatario estatal son interminables y solamente nos dejan en una situación de desconsuelo al saber que lo que los chihuahuenses manifestemos no es válido para el Gobernador Duarte.

Es necesario recalcar que el movimiento que dirige Sicilia desde el centro del país, es válido, respetable y necesario –siempre y cuando no se descontextualice–; y que el asesinato de su hijo –ni el de muchos otros miles de mexicanos– no debe quedar impune; lo que no es válido, es que el Gobernador de Chihuahua haga caso omiso –o en el mejor de los casos, minimice– las manifestaciones de los habitantes de la entidad que “gobierna”.

El tratamiento vergonzante que el Gobierno del Estado de Chihuahua le ha venido dando al caso de Marisela Escobedo, quien fue asesinada en las Puertas de Palacio de Gobierno mientras se manifestaba, no puede quererse tapar con darle la Bienvenida a la manifestación dirigida por el periodista y poeta Javier Sicilia.

Resulta pues incongruente, que el Gobernador Duarte le de la cordial bienvenida a Sicilia, cuando ha quedado demostrado que en Chihuahua las voces que se dejan escuchar en medio del control que marca la huella represora disfrazada de un sutil ropaje, no valen en nuestro estado. Muestra clara y contundente, de que cuando Chihuahua exige resultados, esas voces se acallan como sucedió con Marisela Escobedo.

En esta ocasión, concluyo con otro viejo –pero no tan conocido dicho: “tus acciones hablan tan fuerte, que no me dejan escuchar tus palabras.”

Aída María Holguín Baeza         Correo: laecita@gmail.com

Artículos anteriores: http://laecita.wordpress.com

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *