Estos últimos días se ha hablado mucho sobre los supuestos casos de corrupción en Wal-Mart, la caída del precio de sus acciones, la designación de un encargado anti-corrupción y la contratación de un “bufete” para investigar dicha corrupción.
Más o menos, tu y yo, los simples mortales medio informados, podríamos concluir que estos señores de Wal-Mart gastaron varios millones de pesos en presidentes municipales y tomadores de decisión de gobiernos estatales de varias partes de México para acelerar la instalación de sus tiendas, y con ello lograr la rápida expansión que han logrado en el país.
Al mismo tiempo nos topamos con la instalación de “SAMS CLUB” en Delicias, acción que probablemente afectará el comercio local (tema para otro día), y con las aburridas campañas por la presidencia de la república, en donde lo más interesante es como Ricardo Salinas, dueño de TV Azteca, reta al IFE y al mismo gobierno al colocar y transmitir un juego de futbol en el horario del debate presidencial, esto para desviar la atención de nosotros los ciudadanos a los que de entrada no nos interesa el debate, y con ello evitar algún posible descalabro y la exposición de su candidato “El que no cumple” Peña Nieto, digo que es su candidato porque su hija va como candidata del PRI a Diputada en Veracruz, y porque no encuentro otra razón para querer desviar la atención del debate.
Tenemos entonces a Wal-Mart de corrupto, a “el que no cumple” Peña Nieto firmando en todos lados, casi casi como el Chicharito, a Salinas Pliego retando al IFE y al Gobierno, y si le buscamos poquito más, también la noticia de los Diputados Federales contentos y aplaudiendo porque han logrado sacar una ley, por lo que además les pagan.
Ante todo este caos el otro día mientras manejaba me preguntaba si la cosa tiene solución, si Peña, Josefa ó AMLO podrían con el paquete, luego me entró una llamada y como buen cafre al volante hice un cambio de manos y en 1 2 3 ya manejaba y hablaba al mismo tiempo, sin embargo no contaba con el tránsito que me agarró en la movida y que al momento me hizo el alto.
– Joven, lo agarre con el celular.-
– Si lo se, disculpe.-
– No, no se preocupe, puede evitarlo. Las multas son muy caras.-
Hice como si no entendiera lo que me estaba insinuando y le dije, – Ni hablar, haga lo que proceda, es por mi bien.-
– Lo multaré entonces – Sacó sus libretita de multas y comenzó a hacerla.
Queriendo romper el hielo y mientras terminaba de hacerme la infracción le dije:
– Fíjese que casi la libro, estoy a dos cuadras de mi casa- para lo que me dijo ya entregándome la infracción – Pudo haberla librado, pero no quiso-
Le di las gracias y me retiré.
México es un país enorme, con grandes recursos naturales, con una historia y riqueza cultural que otros países ya quisieran. Entonces es cuando nos preguntamos por el poco crecimiento, buscamos candidatos mesías, y si no los encontramos le echamos la culpa a los políticos, a los ricos, al jefe, al vecino, al hermano y al otro, pero nunca y ni por error a nosotros.
Peña, AMLO y Josefina son como tu y yo, mexicanos de carne y hueso, con familias y problemas, con amistades y equipos preferidos de futbol. Con esto a lo que voy es a que estamos en el mismo equipo, México. Tanto políticos, como ciudadanos y empresarios, somos parte de una alineación en la que a unos nos tocó jugar una posición y a otros otra, y es nuestra responsabilidad cuidarnos y apoyarnos los unos a los otros para hacer lo que nos toca y con ello poder anotar goles.
El caos ahí está, y seguirá mientras no aprendamos a hacer lo que nos toca y a exigirle a los demás integrantes del equipo que hagan bien lo que les tocó hacer, y si no, saber que tenemos el poder para mandarlos a la banca o incluso sacarles la roja.
Hay nazho para rato…
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