Ante la escasez y desperdicio de agua en el Valle de México, una opción sería instalar un programa de captación de lluvia en escuelas públicas de nivel básico.
Como parte de un proyecto de investigación, se realizó una encuesta en 30 primarias y secundarias para determinar cómo se sensibiliza a los niños respecto al uso del líquido, pero los resultados fueron desalentadores, pues no hay conciencia para cuidarlo.
La investigación se centró en el municipio de Naucalpan, donde existen 234 primarias y 63 secundarias públicas que no pagan su consumo de agua, sin embargo, se les dota regularmente para que no les falte a los cerca de 75 mil alumnos.
El bando municipal es el instrumento legal idóneo para establecer estas acciones; servirá para predicar con el ejemplo e integrar tareas concretas encaminadas a disminuir el desperdicio en instituciones que cuentan con el espacio y clima propicio a nivel local y nacional.
Además, existen mecanismos para financiar la instalación y operación en las escuelas, a través de programas federales que deben solicitar los gobiernos, con ello, se emplearían recursos contemplados en las legislaciones para que las administraciones de los tres niveles sumen acciones.
La voluntad política es uno de los ingredientes esenciales para concretar este escenario, sin embargo, la propuesta es ecuánime y podría evitar el mal uso de agua. Además, serviría para que ese líquido que hoy se destina a las escuelas, se envíe a colonias donde también es escaso.
Ante el cambio climático y la poca disponibilidad, la vulnerabilidad de México es alta, por lo que, es necesaria la sensibilidad de políticos y educadores a fin de realizar labores en favor del cuidado de los recursos naturales.
Hay distintos métodos de captación que se pueden emplear y dispositivos económicos que podrían adaptarse a las necesidades de cada una de las escuelas; es el momento de analizar la situación, de crear conciencia acerca de lo que se nos avisa y proponer alternativas para lograr el ahorro.
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