Carta Abierta…por Aída María Holguín Baeza
Isabel Miranda de Wallace:
En una semana, los chihuahuenses hemos podido dar cuenta del visiones y consejo de dos mujeres cuyo pensamiento o acción les han colocado en una posición privilegiada; sin embargo, la conferencia dictada por Denise Dresser Guerra fue diametralmente opuesta a lo que usted vino a hacer, pues la reconocida académica y periodista mexicana, especialista en ciencia política, llamó a los chihuahuenses a desnudar la cruda realidad de la inseguridad que aquí vivimos, mientras que en su caso, Sra. Miranda, vino esencialmente a halagar al actual Gobernador.
Por supuesto, los planteamientos de Denisse Dresser repercutieron solo en quienes los conocimos por haber asistido o por comentarios de los asistentes, mientras que sus piropos al Gobernador Duarte recibieron la mayor cobertura mediática posible. De modo que mientras usted asegura que el Gobernador Duarte no le tiene miedo a las críticas, esta carta, al igual a muchos otros señalamientos –hechos por propios y extraños– al ejecutivo, han sido y seguirán siendo censurados.
Dice también que Chihuahua necesita gente comprometida, valiente y que nuestro estado tiene gente valiosa. Eso es muy cierto, pero hasta la fecha, esas virtudes, los chihuahuenses –que no pertenezcan al PRI, o que no vivan Chihuahua– no las hemos visto en César Duarte.
Bastaría con preguntarle a la Familia de Marisela Escobedo si reconocen esas virtudes en el actual Gobernador del Estado, o pregúntele a los Chihuahuenses qué información les ha dado el Sr. Gobernador sobre las investigaciones del asesinato de una activista –como usted– que fue asesinada hace justamente 5 meses en la puerta de palacio de Gobierno cuando exigía justicia para su hija.
Usted dice que hay que apostarle a no ocultar hechos y cifras, sino a trabajar. Si usted, Sra. Miranda, le está apostando a César Duarte para eso, en primer lugar habría que decirle que las adulaciones que le ha regalado al Sr. Duarte, solamente abonan en el ya de por sí fértil campo del ocultamiento e impunidad hermanados en ese contrasentido del ejecutivo estatal que se empeña en ocultar y minimizar lo que sigue sucediendo en Chihuahua.
En segundo lugar, usted le también le estaría apostando a la persona equivocada, porque solo es necesario recordar que tapar el sol con un dedo se ha convertido en una práctica común en la actual administración; que hay casos que debieran darse a conocer para que sirvan de alerta a la sociedad, pero que han sido ocultados por el aparato oficial.
Tan solo para poner un ejemplo de lo anterior, está el caso de una madre de familia que fue “levantada” frente a la escuela de sus hijos el pasado 19 de noviembre de 2010, circunstancia que no se consignó en un solo medio informativo de la capital, a pesar de la gran movilización que se generó tras tan lamentable evento.
Probablemente sus piropos se deben a que no siendo residente de nuestro estado, usted no se ha enterado de que en Chihuahua actualmente se gobierna con caprichos, ocurrencias y giras campañeras; lo cual no está ni cerca de lo que usted ve en César Duarte.
Si César Duarte es un hombre comprometido con la ciudadanía –como usted lo dice–, entonces uno no se explica por qué él, como Gobernador, no ha emprendido o solicitado alguna acción legal en contra del anterior mandatario estatal José Reyes Baeza y de la ex procuradora Patricia González.
Si se quiere que la impunidad deje de ser el mayor factor del incremento de la delincuencia en nuestro estado, hay que empezar en la propia casa. Eso es lo que los chihuahuenses hemos pedido y no se nos ha concedido.
A los chihuahuenses, Sra. Miranda, no se nos olvida que Duarte en su campaña a la gubernatura no se cansaba de decir que “Chihuahua exige resultados”, pero ahora que ya es Gobernador, cuando se le exigen resultados, simplemente ordena la censura, omite hablar de ello, responde absurdamente o lo minimiza a la hora que alguien se atreve a preguntarle.
Cuando en Chihuahua los ciudadanos se atreven a exigir resultados, sus voces son acalladas en medio del control represivo disfrazado con estrellitas en la frente de los funcionarios de primer nivel, cual si atestiguáramos una clase de parvulitos de jardín de niños. En eso se ha convertido el quehacer público chihuahuense.
Señora Miranda: Los ciudadanos comunes seguimos participando y haciendo lo que nos corresponde; y por lo tanto, tenemos derecho a exigir resultados y a ser escuchados. Desafortunadamente, todo indica que solo las voces de fuera –o las que no le critican– valen para el Gobernador César Duarte.
En Chihuahua seguiremos exactamente igual, si continuamos atendiendo al pie de la letra la frase del enciclopedista y filósofo francés, Denis Diderot, que afirmaba que “Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.”
Aída María Holguín Baeza Correo: laecita@gmail.com
http://laecita.wordpress.com
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