La Copa del Mundo y el rostro del Nuevo México…por Luis Villegas
(2ª. de dos partes).
11.- Prosigamos con el análisis: La segunda etapa arrancará con un Francia Corea -agregado al análisis luego de la zapatiza que le puso a Grecia (mi 2º favorito en el grupo), y un Inglaterra Serbia que dejará en el suelo las aspiraciones de los 2 últimos; así como con un Alemania USA y un Argentina México. Los germanos podrán entonces tomar revancha del resultado de la II Guerra Mundial y los mexicanos demostrar que estamos hechos de una pasta distinta al hojaldre. Siempre cabe la posibilidad, ya lo he dicho, de que sea un México Grecia y un Argentina Francia, en cuyo caso, los compatriotas podrían hacer de los griegos una ensalada (griega, por supuesto) y los argentinos barrer –güí mesié– con los galos.
12.- Pero no lo creo, va a ser un Francia Grecia que nos dejará impávidos y un Argentina México que nos va a doler hasta el alma. No sé a qué se deba que los sudamericanos, de más allá del Ecuador, ganan o pierden con una gran dignidad frente a los equipos europeos y por lo general sabe uno a qué atenerse. Si están jugando bien, juegan bien, y si están jugando mal, juegan mal; no se andan con medias tintas. Ganan o pierden porque así debe ser, porque así es el futbol, pero no se andan por las ramas. Quizá se deba a que los americanos del cono sur, los de más, más, al sur, no son americanos, sino criollos: Es decir, europeos nacidos de este lado del Atlántico. En cambio, de los bolivianos p’a arriba y hasta el Río Grande, se me afigura que los americanos cargamos con un complejo de inferioridad tal que, pareciera, Cortés acaba de quemarle el día de ayer los pies a Cuauhtémoc (el líder mexica, no Blanco); y Pizarro está robándose el oro inca a dos manos. Ya lo vimos: México juega bien contra Inglaterra y pierde miserablemente, se achica frente a Holanda, se crece con Gambia y frente a Italia, que no deja de ser el Campeón del Mundo si bien jugó espantoso, aprovecha las fallas de su adversario para someterlo 2 a 1. ¿Por qué son tan volubles, carajo?
13.- Otra vez en nuestro análisis, tenemos que en esa segunda etapa Holanda enfrenta a Paraguay y lo vence; Brasil hace un “pico de gallo” con Chile, como ya decíamos; Italia derrota a Dinamarca -que pasó en su grupo porque quedaron sembrados Japón y Camerún-; y España derrota sin remedio a Costa de Marfil.
14.- A partir de este punto la cosa se acelera: Holanda Brasil, Francia Inglaterra, Argentina Alemania e Italia España; la variante podría ser México Inglaterra pero ése ya es mucho ajonjolí para tan poquito mole. Luego de una eliminatoria perfecta (ganó todos sus partidos), Holanda vencerá con ciertas dificultades a Brasil; Inglaterra derrotará a Francia (o a México, como recién lo acaba de hacer); Argentina sucumbirá frente a Alemania y España hará trizas a Italia que tan mal anda.
15.- Las eliminatorias se disputarán, pues, entre las siguientes escuadras: Holanda Inglaterra (eventualmente Francia) y Alemania España. Holanda está en pie de guerra y humillará a los ingleses. Y Alemania, ya encarrerada, vengará la afrenta que el Generalísimo infligió al Führer al inicio de la Segunda Guerra Mundial cuando le dijo: “Ándale, sí, ¿cómo no? Tú empiezas la guerra y yo te sigo”; con lo que demostró que no era digno de fiar ni leal con los amigos pero sí excelente estratega porque los sobrevivió, a él y al Il Duce, en casi 30 años y además se murió de viejo.
16.- Por todo lo anterior, es que la final se decidirá entre Holanda y Alemania (eventualmente España). Fiel a su tradición, la “Naranja Mecánica” quedará como subcampeón y Alemania se acercará a Brasil (pentacampeón) e igualará a Italia como tetracampeón del mundo. Por eso decía yo al inicio de estas líneas: Lo mejor y más rápido, además de lo más correcto, es que declararan a Alemania Campeón y se fuera todo el mundo de safari a cazar tigres o racistas. Sería muy bonito tener colgada de la pared de la sala, la piel de un flamante partidario del apartheid, justo en medio de un ejemplar de líder charro vestido ad hoc (con los pantalones en las corvas) y la cabeza llena de serrín, obviamente (el guano apesta), de un Magistrado del Tribunal Electoral de Chihuahua.
17.- Si México pasa a la segunda etapa pero no de ahí, los mexicanos sí se pueden regresar en primera y quedarse a ver el resto del Mundial. Si llegaran a jugar su quinto partido, no nomás regresan en primera y con 18 millones de dólares para repartirse, se quedan a ver la final de la Copa desde las primeras filas, en la sombra, y a su regreso, les sacamos unos moldes de yeso de cuerpo entero, los pintamos de dorado y los ponemos mero abajito en la Columna de la Independencia, juntito de los leones (tipo: Un león, tres futbolistas y así) para que, en el Tricentenario, dejemos descansar un poquito a las huestes de próceres que tan agobiados deben andar hoy en día, mentados a cada rato y por cualquier zonza nadería.
18.- Huelga decir que si ganan la Copa, o siquiera la acarician, los mayas se equivocaron en 2 años y el fin del Mundo ya está aquí. Lo advierto: Si la Selección avanza hasta cuartos de final, el PRI va a pasar su peor año electoral desde el 2006 pues los mexicanos sabremos que sí se puede.
19.- Toooodo este rodeo de dos artículos y dos días, para concluir en lo siguiente: ¿Cómo aficionados, como mexicanos y como ciudadanos qué le vamos a ofrecer a México para compensarlo de tanta hora de asueto y de tantas pérdidas económicas? Si usted es de los que se autoproclama fanático del futbol o está buscando un pretexto para no ir a trabajar esos días, tenga en cuenta que alrededor del 70% de los trabajadores del país podrían estar interesados en ver el Mundial, especialmente los partidos en que juega México, con las consiguientes pérdidas que afectarían la economía de toda la Nación, usted y yo incluidos
20.- Por ello, imbuidos de ese espíritu que comentábamos la semana pasada de empezar el cambio en nosotros mismos, sería útil tomar en cuenta que:
Los empresarios, podrían dar 2 horas para ver el partido; habilitar salas de juntas o auditorios para tal fin; poner televisiones en áreas de trabajo o dejar que los empleados los lleven, e incluso dar refrescos, botanas y hacer otras mecánicas de convivencia e integración de equipos, y
Por su parte, sería deseable que los empleados, como en los partidos de la vida real, pusiéramos nuestro granito de arena y mandaran la cosa a tiempos extras… el mismo día o bien durante la misma semana, trabajando media hora más para reponer parcialmente la jornada laboral.[1]
21.- Todos saldríamos ganando. Más que nada, nuestra cultura de Nación; así como el modelo de país que queremos para nosotros y para nuestros hijos, quienes nacerían siendo campeones, sin tener que esperar a la tómbola de ilusiones y desilusiones de cada cuatro años.
22.- ¡México, México, ra, ra, rá! El 17 a por Francia y el 22 a calificar. El que no brinque es…
Luis Villegas Montes. luvimo6608@gmail.com
[1] Nota suscrita por Pilar Martínez y Milén Mérida, publicada en
El Economista con el título: “
¡El Mundial nos alcanzó… en la oficina!”, el día 6 junio de 2010.
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