La Copa del Mundo y el rostro del nuevo México…por Luis Villegas
(1ª. de dos partes).
1.- Lo estuve pensando seriamente y todo este asunto del Campeonato Mundial de Futbol no tiene mucho sentido. Lo mejor y más rápido, además de lo más correcto, es que declararan a Alemania Campeón y se vaya todo mundo de safari a cazar tigres y racistas (África, especialmente Sudáfrica, es una tierra de oportunidades). En uno de los vuelos que me trajo de vuelta a ésta la región más transparente del aire -como se ve, sigo de excelente humor-, hice un concienzudo análisis y llegué a la conclusión de que absolutamente todo indica que Alemania se coronará Campeón.
2.- Detallar las decenas de manuscritos y complicados cálculos que me llevaron a esa conclusión irrefutable me parece excesivo; me ocuparé sólo de hacer algunas consideraciones generales sobre la base de que mis 19 lectoras y lectores saben ya de qué hablo: Existen 8 grupos (del A al H), de 4 equipos cada uno, que disputan entre sí en un minitorneo, el derecho a pasar a la siguiente ronda. La primera etapa consta de 3 partidos para cada equipo y de acuerdo a los resultados que obtenga, expresados en puntos, pasará o no cada escuadra. En la etapa siguiente no hay segundos chances: El que pierda se va; igual y el que gana se queda -para que luego no digan que siempre veo el vaso medio vacío-.
3.- México, confío en que todos estemos enterados, está en el grupo A y a él le corresponde jugar el partido inaugural hoy, a las 9 de la mañana, contra el seleccionado anfitrión: Sudáfrica. México debe llegar a la siguiente vuelta pues sus otros dos rivales serán Francia y Uruguay. La cosa se debe desarrollar más o menos así: En el mejor de los casos, México le gana a Sudáfrica, que no trae mucho, y derrota a Uruguay que está muy lejos de ser una potencia. Francia gana todos sus partidos. En el peor escenario posible: México empata con Sudáfrica, pierde con Francia y le gana a Uruguay. En los extremos: La pesadilla y el sueño guajiro, respectivamente: México pierde contra Sudáfrica y Francia y empata o le gana a Uruguay. O bien, México gana todos sus partidos, lo que no es tan imposible después de todo, tomando en cuenta que el equipo galo calificó de panzazo gracias a una mano de Thierry Henry contra Irlanda y a que China, que tampoco es la gran cosa futbolísticamente hablando (en eso de la paridera y en otras cosas son una potencia), le acaba de ganar 1 a 0.
4.- En el primer caso, el Tri tendría que regresarse con la cola entre las patas y en una aerolínea cubana (yo sugiero), no más para que se vayan acostumbrando al maltrato; todos, menos el Cuau quien, según cuentan las revistas del corazón, se llevó a toda la familia de su propio peculio (incluida su mamacita) y no es cosa de echarles a perder las vacaciones. En el segundo, la cosa depende de cuántos puntos logre: Si clasifica como primer lugar del grupo debería vérselas contra Grecia (lo que abre un montón de posibilidades) y en caso contrario, como segundo lugar, contra Argentina, lo que le pondría las cosas color de hormiga pues es cosa que desde el 2004, México no vence a los ’ches chés ni de chiste.
5.- Aquí, un obligado paréntesis: ¿Por qué Grecia? Porque en el grupo B del que forma parte, están ese país, Nigeria, Corea del Sur y Argentina. Y si ésta no clasifica como 1er. lugar entonces yo soy nórdico.
6.- Así pues, sabedor de que la Virgencita de Guadalupe anda muy atareada estos días tratando de cuidar a sus hijos de esa panda de zánganos que se autonombran “crimen organizado” y cuyos apelativos van de la “Línea” a la “Z” (literalmente), es cosa de encomendarse menos al Todopoderoso -además los del otro equipo también lo hacen- y meter más goles o, como mínimo, impedir que el “nido donde las arañas tricolores tejen su nido” se zarandee en exceso. No sea que se les choree la seda.
7.- Continuemos con el análisis: En el grupo C, lo lógico es que clasifiquen, en ese orden: Inglaterra y Estados Unidos; en el D, Alemania y Serbia, dado que sus otros dos rivales son Ghana y Australia; en el E, Holanda y Dinamarca, pues no veo a Japón ni a Camerún venciéndolos; en el F, a Italia y Paraguay, dado que las otras dos escuadras son Nueva Zelandia y Eslovenia; en el grupo G, lo normal es que clasifiquen Brasil y Costa de Marfil; y en el H, España y Chile.
8.- Otros paréntesis obligados: ¿Por qué Costa de Marfil, España y Chile? Porque en su grupo, el G, Brasil es el preferido indiscutible frente a Corea del Norte, Portugal y Costa de Marfil. Los chinitos que no son chinitos (ni comunistas) ya vimos que están en el grupo B; los chinitos que no son chinitos, pero sí comunistas, se medirán contra Brasil, Portugal y Costa de Marfil en este grupo y no creo que ganen un solo partido y, ya puestos, ni siquiera empaten. A ver si así a Kim Jong-il (versión coreana de Elba Esther Gordillo), se le aplacan esos pelos y esas ínfulas. Podría existir duda entre Portugal y Costa de Marfil, por supuesto, de no ser porque los lusitanos andan mal (llegaron al mundial por un repechaje frente a Bosnia) y Costa de Marfil, por si usted no lo sabía, cuenta con varios jugadores de buen nivel que en este momento (es una metáfora, claro, pues a esta hora ya deben de estar allá en la provincia oriental del Cabo) juegan en el Barcelona, en el Sevilla, en el Chelsea y hasta en el Arsenal.
9.- En cuanto a España, no sólo es uno de los favoritos, arriba de Brasil incluso,[1] sino que sus rivales serán -además de Chile- Suiza y Honduras; circunstancia que, lo creo firmemente, no merece comentarios. Chile, se me ocurre, estará por encima de Suiza y esa es la razón de que lo ubique enfrentando a Brasil que pasará sobre ellos como si fueran tomates y no ajíes.
10.- Por otro lado, tenemos que según Consulta Mitofsky:
La mitad de los mexicanos estará pendiente del torneo;
Hace 4 años antes del mundial de Alemania 49% de los mexicanos conocían el nombre del director técnico de la selección, hoy ese porcentaje es de 58%;
El 62% piensa que haremos un buen papel;
El 27% de los mexicanos ve a la selección en semifinales y 9% campeón, y
Si el asunto se resolviera por mayoría, México ganará dos partidos y empatará uno.[2]
Claro que, ni Mitofsky es la Biblia ni las expectativas de los mexicanos son las mismas que hace 4 años, cuando eran ligeramente superiores. A lo que quiero llegar es a que no soy el único loco y si nos van a decir de cosas a los optimistas pues sería justo que nos agarren a todos juntos y no nomás a mí solo.
Continuará…
Luis Villegas Montes. luvimo6608@gmail.com
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