En nuestro Mexico querido el concepto de corrupcion esta muy ligado, demasiado podria decir, a los politicos y a la gestion gubernamental, un fenomeno que esta muy justificado dadas las sospechas de siempre y los resultados de las investigaciones que se realizan en la actualidad en contra de decenas de funcionarios que incurrieron en actos contrarios a su tarea de administrar de forma decente y efectiva los recursos publicos de la nacion.
Tenemos, por ejemplo, la investigacion abierta en contra del expresidente mexicano, Enrique Pena Nieto, quien es senalado por el exdirector general de Petroleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, quien lo acuso de forma directa por recibir millones de dolares en sobornos y, a la vez, sobornar a legisladores para obtener prebendas.
Antes, ambos fueron colaboradores muy cercanos, Lozoya Austin fue de los principales organizadores de la campana de Pena Nieto y director de la paraestatal petrolera del 2012 al 2016, asi que los vinculos entre los funcionarios de primer nivel es algo publico y notorio.
El proceso judicial que ahora los vuelve a unir es el centro de la atencion del pueblo mexicano que, como desde hace anios, espera que la justicia castigue a quienes robaron recursos publicos y utilizaron sus posiciones para enriquecerse.
Tambien existen acusaciones que senalan a Pena Nieto como quien recibio millones por parte de quien fue el mas poderoso narcotraficante no solo en Mexico, sino que tuvo alcance internacional, Joaquin “El Chapo” Guzman Loera, quien se encuentra encarcelado en Estados Unidos y no aqui, donde es senalado por miles de homicidios cometidos durante su guerra contra otros carteles.
Esa circunstancia produce una gran decepcion entre la sociedad mexicana, quien hubiera visto con buenos ojos que el hombre que por anios causo graves perjuicios en diferentes partes del pais, incluidos los asesinatos de padres, madres, hermanos, hijos o amigos, pagara aqui sus culpas.
Al parecer, las autoridades locales no tuvieron la capacidad para hacerlo o, simplemente, no quisieron hacerlo por las repercusiones que hubiese tenido si el narcotraficante se decidiera a abrir la boca. No creo que las autoridades estadounidenses estan libres de toda culpa, pero alla si se actua y ahora lo tienen a la sombra sin posibilidad de que recupere su libertad.
Un panorama similar se vive en Chihuahua, donde funcionarios de primer nivel de la pasada administracion estatal cometieron, segun las acusaciones de la actual administracion estatal, el delito de peculado, por lo que solicito la aprehension y extradicion tambien desde Estados Unidos del exgobernador, Cesar Duarte Jaquez, quien enfrenta el proceso encarcelado en aquel pais.
Lo mas triste de este y otros asuntos similares, es que a nadie sorprende que exservidores publicos se aprovechen de su posicion privilegiada para beneficiarse, tanto a ellos mismos como a sus socios y familiares. Podemos decir que tomamos tales asuntos como algo normal en nuestro sistema politico, cuando no debe ser asi.
Por el contrario, todo servidor publico que se aproveche para agenciarse recursos de los ciudadanos en vez de utilizarlos para realizar obras que incrementen el bienestar de la sociedad, debe ser perseguido hasta que pague, conforme a la ley, las violaciones que haya cometido.
Tal vez lograr que la justicia se aplique no evitara que haya quien continue accediendo al poder con miras a apoderarse de bienes ajenos o sacar beneficios del trafico de influencias, pero al menos haria mas dificil que lo hicieran y lo pensarias dos veces antes de atreverse a robar, que es la mejor palabra para describir lo que algunos hacen.
Lo que debe ser normal en nuestra sociedad es que los delincuentes y corruptos sean perseguidos, arrestados y encarcelados, en su caso, ademss resarcir el dano provocado a la nacion aprovechando el trabajo publico que se le designo o, en el peor de los casos, para el que fue elegido por los votantes.
Por lo contrario, lo que parece normal en nuestro sistema politico es que quien llega a ocupar los cargos de eleccion popular o que son contratados para desempenarse en la administracion publica es que robe, y si no roba, es que es un dejarse que usted ponga el calificativo mas adecuado.
Los antivalores que por decadas han impedido que Mexico crezca con todo su potencial continuan lacerando al pais generacion tras generacion, ya es tiempo de frenar esa insana tendencia que ahora nos asfixia con pobres expectativas para salir del hoyo en el que nos encontramos. Y no es trabajo solo de los gobernantes, sino de todos los sectores de la comunidad; sin embargo, requieren de un muy buen ejemplo para seguirlo.
Claro, hay quienes actuan de forma decente, que trabajan cada dia desde sus trincheras con la honestidad que tambien se ejerce, pero hay que inclinar la balanza hacia ese lado, porque la fuerza oscura tiene mucho, demasiado, peso.
Por ejemplo, uno de los actos de corrupcion que mas ha lastimado a nuestro pais es que los funcionarios electos y los contratados, tendieron sendas redes y alianzas con grupos de narcotraficantes. Tal situacion puede ser aseverada porque, si no, de que otra forma se explica el empoderamiento de esos grupos, al grado de que en la actualidad no hay forma de controlarlos.
Y aqui estamos, esperando recuperar poco a poco el ejercicio de una real democracia en el territorio, donde quien actue con responsabilidad tenga todas las ventajas de hacerlo y quien no lo haga que enfrente ineludiblemente a la justicia.
Lo se, parece un sueno, un catalogo de buenos deseos, teoria pura, pero existen muchos ciudadanos tratando de alcanzar ese ideal.
Despues de todo, cuando habiamos visto a un expresidente de la Republica, a gobernadores y a funcionarios de primer nivel en medio de una investigacion que puede resultar en su encarcelamiento?
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