Dudoso reconocimiento…por Aída María Holguín
Muy contento y entusiasmado se encuentra el gobernador César Horacio Duarte Jáquezpor haber recibido un –supuesto- reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por los- supuestos- logros educativos en el estado de Chihuahua.
Según lo publicado por el gobernador -en su cuenta de Facebook y adjunto a una fotografía- su felicidad y entusiasmo se deben a que el Dr. Qian Tang, Director Mundial de Educación de la UNESCO, personalmente le hizo entrega de dicho reconocimiento consistente en una medalla conmemorativa del 70° Aniversario de la UNESCO.
Que César Duarte ande muy contento y entusiasmado en Francia gastando el dinero de los chihuahuenses, y que haya recibido una medalla conmemorativa de la UNESCO no está en duda; lo que está en duda, es que ese organismo le haya entregado un reconocimiento al gobernador de un estado en el que los logros en educación dejan mucho que desear. Dicho en otras palabras, esta ocasión -como en muchas otras- resulta imposible concederle a Duarte el beneficio de la duda porque los datos referentes a los “logros” en educación dicen que Chihuahua está muy lejos de poder recibir un reconocimiento de un organismo tan serio, como lo es la UNESCO.
Y es que basta recordar que hace apenas un par de meses el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) publicó los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) 2015, mismo que tiene como finalidad dar a conocer el aprendizaje alcanzado por los estudiantes al terminar cada nivel de la educación obligatoria, e informar a la sociedad sobre la calidad del Sistema Educativo Nacional y de cada una de sus entidades federativas.
Los resultados del PLANEA 2015 evidenciaron rotundamente las deficiencias que existen en Chihuahua en materia educativa, revelando que el 52% de los estudiantes chihuahuenses de 6° de primaria y el 32% de los estudiantes de 3° de secundaria tienen un manejo “deficiente” o “muy deficiente” de las habilidades del lenguaje y en las competencias de comunicación, lo cual -a su vez- implica un grave problema de comprensión lectora. Esto, explica -en gran medida- otra de la áreas evaluadas por el PLANEA 2015, que muestra que el 64% de los estudiantes chihuahuenses de 6° de primaria y el 69% de los estudiantes de 3° de secundaria solo saben resolver problemas matemáticos elementales.
Con base a lo anterior, es que simple y sencillamente resulta imposible creer que la UNESCO le haya otorgado al estado de Chihuahua un reconocimiento por los logros educativos. En primer lugar -y aunque parezca algo sin importancia- es necesario aclarar que el puesto que ocupa Qian Tang, no es el de Director Mundial de Educación de la UNESCO, sino el de Subdirector General del Sector de Educación. En segundo lugar, de ser cierto que César Duarte recibió el susodicho reconocimiento, la UNESCO se estaría enfrentando a un serio problema de futura credibilidad que, sin duda alguna, afectaría negativamente su histórica y probada labor a favor de la educación de calidad.
Por otra parte, no está de más recordar que en Chihuahua aún persiste una preocupante brecha en el acceso a la educación en condiciones adecuadas a la realidad social, económica y geográfica de cada zona; situación que contradice las recomendaciones de la ONU y la UNESCO en el sentido de que los gobiernos deben llevar a cabo las acciones necesarias para facilitar y garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a una educación de total calidad.
Finalizo en esta ocasión con lo dicho alguna vez por el jesuita y escritor español, Baltasar Gracián: “En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso.”
Aída María Holguín Baeza
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