El costoso regreso a clases…por Aída María Holguín
-FRASEARIO-
Como bien lo ha señalado la Profeco, en esta temporada de regreso a clases, distintos comercios ofrecen una extensa gama de artículos cuyo precio varía dependiendo de la calidad de los productos.
En ese sentido, es importante -en primer lugar- aclarar que el concepto de calidad se concibe desde dos perspectivas: objetiva y percibida. En el caso de la información proporcionada por la Profeco, se trata de una perspectiva objetiva. Es decir, considerando las propiedades características de cada producto, midiéndolas y comparándolas desde un punto de vista técnico.
Una vez aclarado lo anterior, y retomando la información proporcionada por la Profeco, es imprescindible analizar y reflexionar sobre el fuerte impacto que la temporada de regreso a clases tiene en la economía familiar.
Y es que aún y cuando el trabajo de la Profeco tiene como finalidad proporcionar herramientas para que las familias mexicanas realicen mejores compras, es evidente que estas herramientas no son suficientes para aligerar el golpe económico del regreso a clases.
En el caso de los útiles escolares, la Profeco dio a conocer que- de una lista de 17 artículos básicos, la diferencia de precios (el más bajo y el más alto) entre éstos va desde 27% hasta 565%. Dicho en otros términos, el gasto para adquirir dicha lista puede ir (en números cerrados) desde 444 pesos, hasta 1,084 pesos. En relación a los uniformes escolares, publicó una serie de datos que -en resumen- muestran una variación de precios que oscila entre 163 pesos y 713 pesos. Aquí, cabe aclarar que estos precios solo contemplan 3 prendas básicas (blusa o camisa, falta o pantalón, y suéter). En total, estamos hablando de que, tan solo en estos rubros, las familias mexicanas desembolsarán -al menos- entre 607 pesos, y 1,197 pesos.
Estas cifras, quizás no fueran tan alarmantes, si no fuera por algunos “pequeños” detalles que también tienen que ser considerados al momento de hablar del impacto que el regreso a clases tiene en la economía familiar.
En primer lugar, es necesario tomar en cuenta que -según datos proporcionados por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes- las familias mexicanas tienen -en promedio- de dos a tres hijos en edad escolar. En segundo lugar, hay que recordar que el estudio de la Profeco únicamente considera 17 útiles escolares de uso básico y que, el de los uniformes, solo incluye las prendas elementales de vestimenta diaria en escuelas oficiales públicas de nivel básico. A esto, todavía hay que sumarle lo referente a calzado, mochilas, uniforme deportivo y cuotas escolares. Por otra parte, pero como dato relevante para el análisis y reflexión que ahora nos ocupa, está el hecho de que -según el Coneval- el ingreso actual de los mexicanos es prácticamente igual al de hace 25 años.
El asunto es que, mientras que el ingreso es prácticamente el mismo desde hace décadas, los gastos generados por el regreso a clases van en aumento. Por obvias razones, para aquellas familias que tienen a hijos estudiando en otros niveles o en escuelas privadas, el monto será mucho mayor (peor aún, si es en ambos escenarios). Esto, obliga a las familias mexicanas a buscar créditos y préstamos (un costo adicional, por aquello de los intereses) para enfrentar los gastos del regreso a clases. Tan real es esto último, que el Fonacot acaba de anunciar que destinará mil millones de pesos (adicionales a los que usualmente coloca cada mes) para cubrir la demanda de créditos por el regreso a clases.
Finalizo en esta ocasión con una frase atribuida al militar, político y presidente (en tres ocasiones) de la República de Argentina, Juan Domingo Perón: en México, “los precios suben por ascensor, los sueldos por escalera”.
Aída María Holguín Baeza
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