El desafío de Javier Corral…por Aída María Holguín
Al resultar el candidato ganador a la gubernatura de Chihuahua, Javier Corral Jurado se enfrentará a un desafío que implica una serie de retos con distintos niveles de dificultad, pero no imposibles de superar; menos, considerando su probada trayectoria política.
Uno de éstos retos, quizás el más relevante, es que el periodo de la administración encabezará Javier Corral tendrá una duración de 5 años; es decir, un año menos que cualquier otra administración, lo cual lo coloca en una situación complicada puesto que tendrá un año menos para demostrarle a los chihuahuenses que no se equivocaron cuando lo eligieron.
Otro de los retos, es que Corral asumirá la gubernatura en una época en que las expectativas de la sociedad chihuahuense son mayores; esto, debido a la creciente corrupción e impunidad que llegaron al límite de lo inaceptable en la presente administración de César Horacio Duarte Jáquez; situación que llevó a que a los panistas y no panistas a votar por Javier Corral.
Sin duda alguna, la confianza depositada en Corral por el 40% de los chihuahuenses que acudieron a emitir su voto el sábado pasado, representa una gran responsabilidad para el candidato ganador, quien consciente de ello, así lo ha asumido a través de un mensaje que publicó en las redes sociales, en el que hace un llamado para se asuma la responsabilidad de un momento histórico como este, como un deber de todos.
Indiscutiblemente, responder al llamado de Javier Corral es un elemento clave en el logro de un mejor futuro para Chihuahua, porque sin la participación activa, constante y responsable de la sociedad, las posibilidades de mejorar la actual situación serán menores; es decir, así como se asumió la responsabilidad de ir a las urnas a ponerle un “hasta aquí” a los abusos de Duarte, es necesario el involucramiento en los temas de interés público. Sí como vigilantes y críticos del quehacer de los gobernantes, pero también participando -desde el ámbito que a cada una le corresponda- en la búsqueda de soluciones a las problemáticas que aquejan a Chihuahua.
Es en ese escenario donde radica un tercer reto al que se enfrentará el ganador de la contienda electoral, Javier Corral Jurado, mismo que se relaciona con una de sus promesas de campaña: “garantizar la participación ciudadana en el gobierno para dar certeza de que la administración estatal trabajará para los chihuahuenses.” Es entonces que la promesa se convierte en reto porque lo primero que hay que lograr, es que todos los chihuahuenses (o la mayoría) asuman sus responsabilidades ciudadanas; en este caso particular, en lo referente a la participación y colaboración activa, organizada y pacífica en los asuntos públicos.
Básicamente, esos son los tres verdaderos retos del desafío al que se enfrentará Javier Corral, pero son los dos últimos en los que en los que tendrá que enfocarse durante el primer año de su gobierno para que, una vez superados, pueda empezar a articular y -luego- consolidar el gobierno que Chihuahua estaba necesitando desde hace mucho tiempo.
Es necesario pues, comprender que en la misma medida y tiempos en que la sociedad participe activamente para encontrar -en conjunto- soluciones viables y de acuerdo a las problemáticas sociales particulares, las promesas de campaña de Javier Corral serán cumplidas.
Corral ya aceptó el desafío, y ahí está su llamando a los chihuahuenses para tomar conciencia política. Ahora no habrá obstáculos para que la sociedad contribuya en la construcción de un mejor Chihuahua. Es momento hacer ciudadanía porque el éxito depende de todos, y la muestra está en lo sucedido el domingo pasado.
Concluyo en esta ocasión con lo dicho alguna vez por el profesor, experto en liderazgo y administración de negocios estadounidense, Warren Bennis: “La diferencia entre un hombre común y corriente y un guerrero, es que el guerrero lo acepta todo como un desafío, mientras que el hombre corriente lo toma todo como una bendición o una maldición.”
Aída María Holguín Baeza
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