Empleo Vs Subempleo…por Aída María Holguín
Empleo vs. Subempleo.
Apenas llegó de Europa el gobernador de Chihuahua, César Duarte, convocó a conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de su gira por el viejo continente.
En esa conferencia con los medios de comunicación, repitió -y aumentó- lo que ya había adelantado vía Redes Sociales: la generación de miles de nuevos empleos en Chihuahua. Pero… ¿de qué sirve que el nogal se anuncie cargado de nueces, cuando la producción puede resultar vana?
Probablemente, mucha gente se sienta emocionada con tal noticia porque la generación de empleos debería ser siempre una buena noticia, más cuando estas noticias se dan al mismo tiempo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) diera a conocer que en el mes de mayo aumentó la tasa de desempleo a nivel nacional, mientras que el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) informaba que las Reformas fiscal y hacendaria causaron un desplome histórico en registros ante el IMSS; el mayor que se ha registrado en los últimos 14 años.
Ante esas noticias, claro está que la creación de 8 mil nuevos empleos en Chihuahua en los próximos 3 años tendría que ser para dar brincos de alegría; sin embargo, es importante analizar a fondo el tema del empleo.
Si bien es cierto que la noticia supone que de aquí a tres años habrá otras ocho mil personas (no necesariamente chihuahuenses) que tendrán trabajo, estamos hablando de que principalmente se trata de empleos en el sector maquilero; es decir, que serán muy pocos -o ninguno- los empleos de primer nivel que se generen y muchos para las líneas de producción.
Seguramente la falta de empleo provocará que haya quien decida tomar esos empleos para poder subsistir temporalmente y frente a los retos económicos que las reformas fiscal y financiera han impuesto a los mexicanos.
Considerando lo anterior, estaríamos hablando de que la mayoría de esos nuevos empleados tendrán bajos salarios, lo cual, no da solución a la problemática de la desigualdad evidenciada por la OCDE.
Por otro lado, de hacerse realidad lo anunciado por César Duarte, sin duda alguna las tasa de desempleo -cuando menos en Chihuahua- disminuiría; pero aumentaría la tasa de subempleo, índice del que poco se habla.
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el subempleo existe cuando las personas ocupadas no han alcanzado su nivel de pleno empleo.
De acuerdo al Artículo 1, numeral 2 del Convenio sobre la política del empleo de la OIT, la existencia de pleno empleo consiste en: “(a) que habrá trabajo para todas las personas disponibles y que busquen trabajo; (b) que dicho trabajo será tan productivo como sea posible; (c) que habrá libertad para escoger empleo y que cada trabajador tendrá todas las posibilidades de adquirir la formación necesaria para ocupar el empleo que le convenga y de utilizar en este empleo esta formación y las facultades que posea, sin que se tengan en cuenta su raza, color, sexo, religión, opinión política, procedencia nacional u origen social.”
Siendo México uno de los 185 Estados miembros de la OIT, las políticas de empleo deberían ser acordes a lo establecido por ese organismo internacional, claro está que si los convenios no están ratificados, se da por entendido que no se tiene interés en comprometerse con los derechos de los trabajadores y mucho menos en implementar lo establecido por la OIT.
De ahí, la importancia de señalar que al momento de concluir este artículo, la página de internet de la OIT señalaba que México no ha ratificado el Convenio sobre la política del empleo; esto, a pesar de que es considerado (por la OIT) como instrumento prioritario para la gobernanza (establecido en la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una mundialización equitativa).
No está de más decir que según los datos de la OIT, México ha ratificado 78 convenios, tiene 42 convenios actualizados sin ratificar, y en los últimos 48 meses no ha ratificado nada.
En esta ocasión, concluyo con lo dicho alguna vez por el filósofo, economista y periodista estadounidense, Henry Hazlitt: “Por cada empleo que sus gastos proporcionan, nuestro propio gasto proporcionará un empleo menos, porque no dispondremos de la cantidad que nos fue sustraída. De igual forma, por cada empleo creado a merced a los gastos de los funcionarios, los contribuyentes proporcionan un empleo menos. Cuando un ladrón nos despoja de nuestro dinero no adquirimos nada a cambio. Idéntica situación se da cuando somos desposeídos de nuestro dinero mediante impuestos destinados al sostenimiento de burócratas inútiles.”
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
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