Entre el chiste, la anécdota y la fábula…por Luis Villegas
Había una vez, en un bosque, dicen, un oso y un conejito que estaban haciendo sus necesidades fisiológicas al mismo tiempo. En determinado momento, el oso se voltea y le pregunta al conejito: “Oye, conejo, ¿a ti te molesta que se te ensucien los pelitos?”; y le contesta ingenuamente el animalito: “No, para nada”. Entonces el oso lo agarró de las orejas y se limpió con él.
Pues como lo refiere el título de estos párrafos, de unos días a la fecha he leído algunas notas periodísticas que me hacen recordar la ocurrencia anterior y preguntarme con toda seriedad si se trata de un chascarrillo, una parábola o un suceso de plena actualidad. Transcriben a continuación, en orden cronológico, dos notas para ilustrar el punto:
1.- “HORRORIZADO.- Aunque se traten de disimular algunas cosas en la nueva dirigencia del PAN, a cargo de Mario Vázquez Robles, dicen que quien no deja de estar horrorizado es el nuevo tesorero estatal, Ignacio Rodríguez, por el desorden que recibió de su antecesor en la administración de Cruz Pérez Cuéllar. […] DEUDA.- Según los enterados, el nuevo tesorero no encuentra el hilo de la deuda valuada en 13 millones de pesos, aunque según Pérez Cuéllar eran sólo 5 millones; aunque defiende, a decir de algunos, que no se trata precisamente de que alguien le haya metido la mano al cajón de los billetes, sino de un desorden financiero de primaria”.[1]
2.- “SORPRESIVA y llena de críticas al interior del PAN, resultó la decisión del extesorero estatal, Pedro Villegas, gente cercana y de confianza de Cruz Pérez Cuéllar, de renunciar por escrito al partido y hasta interponer una demanda laboral, cuando entregó una serie de cuentas que llegan a la sospecha, incluso, de posible desvío de recursos, y de un desorden delicado, además de la serie de errores y omisiones que le han provocado a la nueva dirigencia panista, que lidera Mario Vázquez, multas y otras observaciones por parte del Instituto Estatal Electoral. […] AUNQUE AHORA se advierte que esas decisiones las hace para evitar los señalamientos al cúmulo de desórdenes administrativos que dejó, pero que le pegan, sin duda, a su jefe político Cruz Pérez Cuéllar. […] Aquí surge el nombre de Pedro Villegas, exsecretario de Finanzas del CDE del PAN en Chihuahua, mismo que agachó la cabeza y se escondió bajo la sombra de Pérez Cuéllar cuando los ‘dhiacos’, en el acostumbrado rol que tienen de desquitarse con el triunfador cuando ven lejos la victoria, comenzaron a destapar todas las irregularidades cometidas con el presupuesto, y el pésimo control sobre las cuentas del partido”.[2]
Es decir, en síntesis, según lo anterior, tenemos que:
ü Se ha tratado de disimular algunas cosas en la nueva dirigencia del PAN, a cargo de Mario Vázquez Robles; las cosas que se han querido “disimular” son las relativas al desorden que recibió de su antecesor en la administración, es decir, Cruz Pérez Cuéllar;
ü Dichas “cosas”, se refieren principalmente a la deuda que, según los enterados, se valúan en 13 millones de pesos. Aunque Crucín Pérez Cuéllar había dicho anteriormente que sólo eran 5 millones;
ü Los cuales, por decir lo menos, son producto de un desorden financiero de primaria;
ü El ex-tesorero estatal, Pedro Villegas, por un lado, demanda laboralmente al Partido. Por otro lado, se dice que entregó una serie de cuentas que llegan a la sospecha, incluso, de posible desvío de recursos;
ü Desorden delicado que, además, le han provocado a la nueva dirigencia multas y otras observaciones por parte del IEE, y
ü Denuncia laboral que, supuestamente, interpone para evitar los señalamientos al cúmulo de desórdenes administrativos que dejó.
Esta lógica torcida, se le mire por donde se le mire, sitúa al PAN local en la siguiente disyuntiva: O tuvo un Tesorero “corrupto” que hizo y deshizo con el presupuesto del Partido sin que su Presidente se diera cuenta; o el Presidente se dio perfecta cuenta de cuánto ocurría y dejó a su Tesorero hacer chilar y huerta con las finanzas. No hay de otra.
Se lo explico con manzanas: O Cruz sabía lo que ocurría con los recursos públicos que el PAN administró durante su gestión o no sabía.
A partir de ese punto las interrogantes son obvias: Si se perdieron dos elecciones miserablemente al hilo, si se desvalijó al Partido, si se desmanteló la estructura partidista, si el PAN se fue al fondo de las preferencias electorales en la Entidad y si se perdieron no sólo Juárez sino también Chihuahua ¿qué estuvo haciendo todo ese tiempo? ¿Rascándose qué?
Si por el contrario, estuvo alerta y ojo avizor a todo lo que ocurría en torno suyo ¿cómo no se dio cuenta de lo que, supuestamente, su Tesorero estuvo haciendo durante TRES AÑOS? Los que lo conocemos, sabemos que Cruz no es poco tonto. Mañoso, traidor, embustero, ingrato, alevoso, abusón, desleal, tal vez, pero imbécil… no. No tanto.
Que pretenda limpiarse los pelitos con Pedro Villegas no me extraña; me horroriza, en cambio, la cómplice credulidad de una jerarquía partidista que va del Presidente del PAN nacional y de ahí hasta donde a usted le guste. No de balde, el CEN ya lo exoneró.[3] Atrás quedan, extrañamente “olvidadas”, la renuncia a la Comisión de Vigilancia del PAN local, de Guillermo Luján Peña y Arturo Fuentes Vélez, por diferencias insalvables con la dirigencia local respecto al aseo en el manejo de las cuentas del CDE, que incluía cerca de 5 millones de pesos;[4] las multas impuestas por el IFE que derivaran en una denuncia en contra suya;[5] la multa del IEE por entregar los informes a destiempo.[6]
Es decir, desde hace meses, había un rastro, una huella, una prueba reiterada y consistente que apuntaba a esto de lo que hoy somos testigos… excepto, claro, los que no quieren ver por estulticia o conveniente ceguera. Pobre PAN con los panistas de esta hora.
Luis Villegas Montes.
luvimo6608@gmail.com
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