México y Estados Unidos aprobaron financiar unos programas ambientales por unos 180 millones de dólares en la frontera común de más de 3 mil km, que abarca algunas de las zonas más afectadas por la violencia del narcotráfico. La Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza y el Banco de Desarrollo de América del Norte aprobaron la certificación de seis nuevos proyectos que recibirán créditos y recursos por más de 179.7 millones de dólares y beneficiarán a 1.9 millones de habitantes de la región fronteriza, según un comunicado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Los consejos directivos de ambos organismos se reunieron en la ciudad mexicana de Chihuahua, capital del estado con el mismo nombre, que viene a ser uno de los más afectados por pugnas entre carteles de las drogas.
Se espera que aparte de los beneficios ambientales que generen estos proyectos de infraestructura, contribuyan al crecimiento económico y a la creación de empleo en ambos lados de la frontera.
Uno de los proyectos busca mejorar la calidad del aire y el tratamiento de aguas, esto incluye planes para mejorar la movilidad urbana mediante la pavimentación de 1.4 millones de metros cuadrados de vías en la fronteriza Ciudad Juárez, que hasta hace poco era considerada la más violenta e insegura de México.
En otra ciudad fronteriza, Nuevo Laredo, Tamaulipas, escenario en los últimos meses de sangrientas matanzas atribuidas al enfrentamiento del cartel de Los Zetas con la organización del Pacífico del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, se aprobaron obras relacionadas con los sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento, drenaje pluvial, pavimentación de calles y otras mejoras viales, se pretende que estas medidas solucionen diversos problemas como son la escasez de agua, el brote de enfermedades ocasionadas por el hecho de no contar con agua suficiente para beber, así como lograr la recolección y aprovechamiento de agua de lluvia, entre otros.
Además, se buscará mejorar el sistema de alcantarillado, con lo cual se evitará la descarga de aguas negras sin tratamiento al río Bravo, que en algunos puntos funge como línea fronteriza.
En este sentido, es bueno tener presente que la conservación del ambiente es una responsabilidad que nos atañe a todos y la mejor manera de conseguirlo es uniendo esfuerzos.
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