La verdad nos hara libres…por Aida Maria Holguin
La verdad os hara libres, dijo Jesus. Y, de acuerdo con Jose Arregi, las ciencias psicologicas y sociologicas asi lo confirman.
Si bien lo dicho por Jesus y Jose Arregi se refiere a momentos y sucesos distintos, sus aseveraciones vienen al caso en el marco del Dia Internacional del Derecho a la Verdad en relacion con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y la Dignidad de las Victimas.
Vienen al caso porque, como bien lo senala la ONU, las victimas y los parientes de victimas de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, desapariciones, secuestro de menores o torturas exigen -en su legitimo derecho- saber que sucedio; lo cual implica tener conocimiento pleno y completo de los actos que se produjeron, las circunstancias especificas de las violaciones cometidas, quien las cometio y los motivos por los que ocurrieron.
En ese contexto, y de haber vivido en estos tiempos, es probable que James Garfield hubiera reiterado aquello de que antes de que la verdad nos haga libres primero nos hara miserables; pero, como bien lo habria aclarado Santiago Ramon y Cajal, solo la accion tenaz en pro de la verdad consuela del dolor y de la injusticia.
Dicho de otro modo, es nuestra obligacion moral, civica y humanitaria tomar y crear conciencia sobre el hecho de que “la verdad” es un derecho humano; y como tal debe ser reconocido y garantizado, de lo contrario -tal como lo consigna la organizacion Amnistia Internacional- no existiran las condiciones indispensables para que los seres humanos vivamos dignamente en un entorno de libertad, justicia y paz.
Entonces, reconociendo que el derecho a la verdad es un derecho humano, queda claro que no es un derecho que unicamente concierne a las victimas de las violaciones de los derechos humanos o a sus familiares, tambien le corresponde al resto de la poblacion porque -de una u otra forma- no conocer la verdad o no invocar solidariamente al derecho a la verdad afecta y esclaviza a la sociedad en general. Y es precisamente por eso que la CIDH sostiene que toda la sociedad tiene el irrenunciable derecho de conocer la verdad de lo ocurrido a fin de evitar que esos hechos vuelvan a suceder en el futuro.
A modo de complemento, en esta ocasion finalizo citando lo dicho alguna vez por el sacerdote franciscano y teologo vasco, Jose Arregi: Las victimas, los victimarios, tu y yo, la sociedad en su conjunto solo seremos libres cuando reconozcamos la verdad del dano infligido y del sufrimiento padecido; la verdad de tantos dramas intimos, del dolor y de su alcance; la verdad de la humillacion y de la verguenza vitalicia en muchos casos.
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