La caravana de migrantes y las campañas de odio…por Aída María Holguín

Desde hace un mes, cuando la denominada caravana de migrantes llegó a México, las campañas para promover el odio en contra de los centroamericanos (principalmente de los hondureños) que forman parte de ella, se han intensificado conforme avanzan por territorio mexicano.

Se trata de campañas de odio que, a través de noticias falsas y la evidente ignorancia de quien las comparte en redes sociales, se han ido incrementando vergonzantemente.

No está en duda que dentro del grupo que conforma a la caravana existan personas con conductas inadmisibles (como ocurre en todas las sociedades); sin embargo, no se debe generalizar. O sea, no deben pagar justos por pecadores.

Hasta parece que a los mexicanos -que ahora se sienten invadidos, ofendidos e indignados por la presencia de migrantes en el país- ya se les olvidó el discurso de odio Donald Trump. Ese discurso xenofóbico que ha mantenido en contra de los migrantes de origen mexicano, argumentando que llevan drogas y son violadores y criminales (aunque supone que algunos si son buenas personas).

En definitiva, los mexicanos que expresan su odio contra los miembros de la caravana migrante por suponer (y en algunos casos, asegurar) que todos son ingratos, no son tan distintos a Trump.

En relación a los apoyos que el gobierno de México y los gobiernos de algunos estados y municipios le han otorgado a los migrantes; sí, es cierto que a ninguno de esos gobiernos le sobra dinero y que, además, el pueblo mexicano todavía sufre de muchas carencias que deben ser atendidas. No obstante, el apoyo que se le está otorgando a los migrantes a su paso por México, es una cuestión de derechos humanos y un asunto humanitario que no puede -ni debe- evadirse.

Para bien o para mal, la caravana de migrantes tiene que pasar por México para poder llegar a su destino, que es los Estados Unidos de América. Ese país que ahora tiene una cruel e inhumana política migratoria, y de la cual los mexicanos han sido sus principales víctimas. Y eso sí debe indignar y ofender.

Por eso y muchas cosas más, es lamentable que la caravana de migrantes haya venido a poner en evidencia la incongruencia de los mexicanos que, basándose -en muchos de los casos- en noticias falsas y justificaciones absurdas, se unen a las inadmisibles y vergonzantes campañas de odio en contra de los centroamericanos que, independientemente sus motivos, buscan llegar hasta los Estados Unidos de América.

Finalizo en esta ocasión, citando lo dicho alguna vez por el filósofo, escritor, activista político y crítico literario francés, Jean-Paul Sartre: “Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera”.

Aída María Holguín Baeza