La imperdonable fuga de “El Chapo” Guzmán…por Aída María Holguín
Poco más de un mes después de que el Gobierno Federal anunciara “con bombo y platillo” que después de 13 años de prófugo, el narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, fue recapturado por elementos de la Marina en Mazatlán, el presidente Enrique Peña Nieto fue entrevistado por el periodista León Krauze para la cadena estadunidense Univisión.
Fue el 26 de febrero del año pasado, que durante esa entrevista Krauze le comentó a Peña Nieto: “casi el 70 por ciento de los mexicanos dice que existe una posibilidad de que se vuelva a escapar Joaquín Guzmán”, y enseguida le preguntó: ¿Usted se compromete a que eso no va a ocurrir?
A tal pregunta, el presidente de México respondió: “es una obligación que tiene el Estado -y más creo yo- frente a lo que ya ocurrió en el pasado, sería verdaderamente algo más que lamentable, imperdonable… que lo ocurrido hace algunos años se pudiera repetir….”
Es importante aclarar que la evidente intención del presidente Peña era decirlo de esa manera; sin embargo, el subconsciente lo traicionó -como ya ha sucedido en otras ocasiones-; esto lo digo porque lo que textualmente dijo fue lo contrario: “Es una obligación que tiene el Estado […] que ahora el Estado y el gobierno tome las debidas providencias para asegurarse que lo ocurrido hace algunos años se pudiera repetir….”
Una vez aclarado lo anterior el hecho es que la segunda fuga de “El Chapo” es verdaderamente imperdonable e inadmisible porque como lo dijo desde Francia el presidente Peña- “una afrenta para el Estado mexicano”, y eso es imperdonable; más cuando en la misma entrevista (Krauze-Peña) el mandatario dijo que todos los días le preguntaba al titular de Gobernación si tenía bien vigilado a “El Chapo” porque obviamente es una responsabilidad que tiene a cuestas el gobierno de la república: “el asegurar que la fuga ocurrida hace algunos años nunca más se vuelva a repetir”.
Lo imperdonable de la fuga de Joaquín “El Chapo” radica en la manera en que ésta se dio; es decir, es obvio que “El Chapo” planeó su fuga desde que llegó a la cárcel y tuvo apoyo interno y externo muy grande”, y que “existió corrupción en construcción de túnel”, tal y como lo han señalado los expertos y especialistas en la materia -aunque no se necesita ser experto o especialista para saber eso, con un poco de sentido común es suficiente-.
La segunda “fuga” ya se veía venir desde su captura -y así lo dejé ver en el artículo “Justicia VIP” del 25 de febrero del 2014- porque en México la corrupción más que disminuir, ha ido en aumento durante los últimos años, y porque lo único sistemático del sistema penitenciario son sus graves deficiencias.
La gravedad del nivel de corrupción y de las deficiencias del sistema penitenciario, quedan nuevamente en evidencia con la segunda “fuga” de Joaquín Guzmán; y es que siendo “El Altiplano” un centro penitenciario de “máxima seguridad”, la construcción de un túnel -con las características ya señaladas por prácticamente todos los medios de comunicación del planeta- sin que “nadie se haya dado cuenta”, es simple y sencillamente inverosímil.
Por otra parte, el tiempo en que las autoridades iniciaron la búsqueda de Guzmán deja ver o una deficiencia mayor, o la complicidad de éstas en el plan de “fuga”. Y es que de acuerdo a la información que ha trascendido en los medios de comunicación, refiere que los custodios de “El Altiplano” detectaron la ausencia de “El Chapo” a las 20:52 horas del sábado, la PGR inició una averiguación previa a las 23:00 horas, y la SEDENA y la SEMAR fueron notificados hasta las 0:30 horas del domingo.
En fin, por cualquier lado que se analice la segunda “fuga” de Joaquín Guzmán Loera, lo que más que lamentable ¡es imperdonable! salta a la vista: de fuga no tiene nada, Guzmán” fue dejado nuevamente en libertad gracias a la incompetencia del Gobierno Federal y a la corrupción que dentro y fuera de él imperan; lo cual, sin duda alguna también es una afrenta que nuevamente posiciona a “El Chapo” como el criminal más buscado a nivel mundial.
En esta ocasión concluyo con lo dicho alguna vez por el escritor español, Antonio Gala: “Hay cosas que no se deben perdonar. Si las perdona Dios, allá él.”
Aída María Holguín Baeza
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