Las profecías de César Duarte…por Aída María Holguín
Como si fuera una cosa de profetas, el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, anunció que en Chihuahua está garantizada el agua para los próximos 25 años, por lo que ha llegado el fin de los tandeos de agua potable.
En compañía del grisáceo alcalde de Chihuahua, Javier Garfio Pacheco, el Gobernador Duarte anunció que “con el Programa Integral de Sectorización de Suministro de Agua, la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) se consolidará como un organismo que mejor aprovecha los recursos hídricos para hacer historia y terminar para siempre con los tandeos en la ciudad de Chihuahua”.
Según los datos proporcionados por el Presidente de la JCAS, Carlos Hermosillo Arteaga, de los 4 mil litros por segundo que se inyectan diariamente a la red de agua potable, el 25% se pierde a causa de las fugas y otros factores; es decir, que a diario se desperdician mil litros por segundo. De resultar exitoso el proyecto, se habla de que anualmente se recuperarían 33 millones de metros cúbicos de agua.
En teoría, estas acciones suenan muy bonito; sin embargo, de lo que no hablaron es de cuáles son los “otros factores” y cómo le van a hacer para eliminarlos. Tampoco dijeron cuáles acciones llevaran a cabo para lograr una verdadera cultura del cuidado del agua.
Estos cuestionamientos, surgen debido a que aún y cuando los gobiernos han ido en contra del derecho que todos -sin excepción alguna- tenemos de recibir este servicio público, no ha habido acciones que hagan entender a la población que el agua hay que cuidarla como si fuera oro; dicho en otras palabras: por más que haya tandeos, multas y cortes de agua por no pagar el servicio, no ha habido autoridad alguna que dé en el clavo en lo que al cuidado del agua se refiere.
Definitivamente su anuncio profético fue recibido con gran alegría por la mayoría de los chihuahuenses; lo cual, solo demuestra que lo “populista” le resultó positivo hasta cierto punto -y con ciertos sectores-; esto último, debido a que aventurarse a decir que con este ambicioso proyecto se asegurará el suministro de agua para los próximos 25 años, no es una declaración muy inteligente que digamos, ya que desgraciadamente no solemos ser un pueblo que pensemos en las generaciones futuras.
Aunque se haya dicho que con este Programa las fugas se detectarán de manera inmediata, esto no asegura -de ninguna manera- que el consumo de agua sea responsable, por lo que es necesario que de manera paralela -e inmediata- también se establezcan mecanismos para inhibir el abuso en el consumo de este líquido; aun así, ni Dios puede asegurar que tendremos agua suficiente para los próximos 25 años.
No cabe duda que el Gobernador quiso encontrar cómo llegarle a los chihuahuenses. Y es que bien sabemos, que el agua es un tema muy sensible debido a que las largas sequías que suelen azotar a esta zona del país nos han hecho ver nuestra suerte; pero decir que tendremos garantizada el agua para 25 años, es muy irresponsable por parte del Gobernador.
Es válido que Duarte quiera ganarse la simpatía de sus gobernados, y de pasada quererle hacer el favor a su compadre Garfio para sacarlo de ese color gris obscuro que le mantiene indefinido en el poco tiempo que tiene al frente de la capital del estado; pero hacerlo con un tema tan sensible, y sobre todo, tan impredecible; es solamente otra muestra de la megalomanía que lo caracteriza.
Si Cesar Duarte quiere en verdad ganar un poco de simpatía, debe pensar también en otro tipo de acciones -que no sean solamente populistas, ni aprovechándose de un tema tan sensible como lo es el agua-; por ejemplo, dejar de ser despilfarrador y megalómano.
No basta pues, con predecir que habrá agua para los próximos 25 años para tratar de ganarse el respeto de los chihuahuenses; lo que hace falta, es que tengamos un gobierno que verdaderamente piense en su pueblo y en su futuro. Podría empezar -por ejemplo- por hacer un posicionamiento rotundo y negativo al uso del fracking en Chihuahua; con ello, sí podría asegurar que entre 9 y 29 millones de litros de agua -que serían usados en cada pozo de extracción de gas shale- no fueran desperdiciados, mucho menos mezclados con 260 químicos tóxicos.
Aunque quizá sueñe con eso, Duarte no es eterno; sólo le faltan poco menos de 3 años para que termine su encargo, y a los chihuahuenses nos faltan 25 años para saber si realmente tendremos agua para ese entonces, por lo que aún y cuando no podemos afirmar que lo dicho por Duarte es mentira, tampoco podemos decir lo contrario, puesto que ya ha demostrado que no es muy bueno para dar cifras reales, y mucho menos para lanzar una afirmación tan contundente respecto del suministro del vital líquido a 25 años de distancia.
En esta ocasión, concluyo con una reflexión del programador estadounidense -y fundador del movimiento por el software libre en el mundo-, Richard Stallman: “El deber de un ciudadano, es no creer en ninguna profecía del futuro, sino actuar para realizar el mejor futuro posible”.
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
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