Lo que el narco se llevó…por Aída María Holguín
Poco a poco el crimen organizado ha ido acabando con muchas cosas en Chihuahua. Ahora todo parece indicar que enfoca sus baterías contra las tradiciones que como mexicanos y chihuahuenses han sido parte importante de nuestra historia y cultura.
No me refiero al grito de independencia que el presidente municipal de Cd. Juárez, José Reyes Ferríz habrá de dar de manera virtual por temor a posibles actos de violencia durante la tradicional celebración; la verdad es que si su mandato fue virtual, lo menos que podría sorprendernos es que el “grito” también lo sea.
He optado entonces, por referirme especialmente al incremento en el cierre de comercios a lo largo y ancho del estado –principalmente en Chihuahua capital y Cd. Juáre– a causa de las extorsiones de las que han sido presa, sobre todo desde los últimos tres años y que más allá de solicitarles la famosa “cuota” por parte de los grupos criminales, ahora esto se agrava en el nacimiento de una nueva modalidad de extorsión en donde la exigencia es: vender droga o se mueren.
Hablaré esencialmente de un caso que ha ocasionado gran asombro y tristeza entre la comunidad chihuahuense: “La Antigua Paz cerró sus puertas este fin de semana” a causa de la ola de violencia que impera en Chihuahua; si bien es cierto que se ha manifestado por parte del propietario que no ha sido amenazado, decidieron cerrar para salvaguardar la integridad de su clientela.
Para los lectores nacionales e internacionales que no conocen La Antigua Paz, es necesario referir que se trata de uno de los Bares más tradicionales en el Estado de Chihuahua y que se ubica en Chihuahua capital; justo este año 2010 el famoso y tradicional bar está celebrando un siglo de existencia y ha sido un lugar de reuniones para muchos chihuahuenses y connacionales. Usando el slogan de La antigua Paz, su historia y tradición se resume en lo siguiente: Si vienen a Chihuahua y no visitan La antigua Paz, entonces nunca estuvieron en el verdadero Chihuahua”.
Como chihuahuenses, no es necesario ser cliente asiduo a este bar tradicional para experimentar la impotencia de ver como el crimen organizado más allá de ir menguando la actividad comercial –y por lo y tanto económica– honesta, ha ido terminando con nuestras tradiciones y cultura además de dar un giro vergonzoso en nuestra historia como mexicanos y chihuahuenses.
Durante los últimos años cientos de comercios de todos los giros han ido cerrando permanentemente sus puertas a causa de la violencia; algunos solo lo han hecho temporalmente –como lo es el caso de La antigua Paz–, peo el caso es que el crimen organizado está gobernando en el estado de Chihuahua y esto no puede seguir sucediendo.
Es así que poco a poco el narco se ha llevado no solo vidas humanas entre otras muchas cosas; ha menoscabado la tranquilidad y ahora nuestras tradiciones, pero eso no parece importarle a nuestras “autoridades” locales. Chihuahua se extingue y el actual gobierno estatal también se está extinguiendo.
Ya no hay nada más que puedan ni quieran hacer; pero una nueva administración está por comenzar y ésta tendrá que mostrar un verdadero interés en querer recuperar lo que el narco y la pasada administración se llevaron. Chihuahua exige resultados y requiere urgentemente de acciones concretas que permitan devolverle el poder a quien el pueblo se lo otorgó y no a quien el actual gobierno terminó por entregárselo: al crimen organizado.
Esta vez finalizo con una frase del Político estadounidense y trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy: “Cualquier ciudadano que intenta derribar la ley, suprimir la libertad o someter a otros seres humanos a actos que nada tienen de humanos, insulta a sus tradiciones, ignora su educación y traiciona sus obligaciones.
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
Artículos anteriores y/o suscripción: http://laecita.wordpress.com
Últimos comentarios