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Lo que Patricia no se llevó…por Aída María Holguín

Dice un viejo y conocido refrán que “más vale prevenir que lamentar”; y en esta ocasión, ante la amenazante llegada del huracán Patricia, las autoridades hicieron lo pertinente para que no hubiera nada que lamentar.
Como es bien sabido, en menos de 10 horas Patricia pasó de ser un huracán de categoría 4, a categoría 5 -la más alta en la escala Saffir-Simpson- amenazando -según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH)- con consecuencias “potencialmente catastróficas” en tres estados situados en el Pacífico mexicano, y poniendo en riesgo a otros 9 estados.
Contrario a lo que se pensaba, Patricia no pasó a mayores debido a que -con la misma rapidez con que aumentó su fuerza- se fue debilitando luego de tocar tierras jaliscienses, hasta quedar en su estado original (tormenta tropical); lo cual, ayudó a que no hubiera que lamentar la pérdida de vidas humanas y a que los daños materiales fueran -relativamente- insignificantes.
Con el historial de deficiencias en los sistemas de protección civil en México, ciertamente resulta difícil creer que no haya nada que lamentar -salvo las pérdidas materiales-; sin embargo, así como en ocasiones anteriores he señalado -en este espacio de opinión- esas deficiencias y sus inaceptables consecuencias, ahora es necesario reconocer que la actuación de las autoridades fue la adecuada.
Infortunadamente para el actual Gobierno Federal, su historial de mentiras ha provocado que un sector de la sociedad cuestione y desestime las acciones preventivas que se llevaron a cabo.  Pareciera que ese se sector necesitara decesos a causa de Patricia para poder reclamarle algo más al presidente Enrique Peña Nieto.  Por otro lado, un “experto” asegura que Peña mintió y exageró sobre magnitud del huracán Patricia, provocando que usuarios de las redes sociales se unieran a sus dichos sin considerar que no uno, sino varios expertos internacionales, calificaron la rápida transformación de Patricia como “histórica”, ubicándolo como uno de los huracanes más potentes desde que se hacen mediciones.
Quienes han descalificado las acciones gubernamentales -antes y durante- el paso del huracán Patricia, tampoco han considerado que a la madre naturaleza no se le puede manipular al gusto de los gobernantes, pero si es posible evitar -o al menos disminuir- los estragos causados por ella; y en esta ocasión, los diferentes órdenes y niveles de gobierno hicieron de manera coordinada lo que les correspondía.  Luego, a decir de los expertos, fue la propia naturaleza -representada por la trayectoria del huracán y la Sierra Madre- la encargada de frenar la furia de Patricia, evitando la catástrofe que -al parecer- muchos querían ver.
Bien lo dijo Gricelda Torres Zambrano, intachable periodista jalisciense: “Estamos tan acostumbrados a las malas noticias que hemos perdido la capacidad de recibir las buenas. No comparto la opinión de quienes aseguran que se exageraron las medidas de prevención, porque ante un huracán de categoría cinco, estuvimos frente a la posibilidad de una tragedia mayúscula. Hoy como periodista y persona, festejo que la naturaleza haya sido benévola con nosotros, que la autoridad se preparara para el peor de los escenarios, que hubiera gente lista para ayudar en caso de Patricia golpeara con fuerza […] Lo que sí lamento, es que se asome algo de la miseria humana, porque al parecer la mente y conciencia de muchos, estaba lista para el desastre. Que no hay muertos ni los daños de un huracán calificado por la Nasa y la ONU como potencialmente catastrófico, que me disculpen, pero esa es una gran noticia.”
En fin, la madre naturaleza hizo lo suyo -como siempre- pero en esta ocasión las autoridades hicieron lo que no habían hecho y siempre deben hacer, y la sociedad atendió oportuna y responsablemente las alertas y recomendaciones de las autoridades.  El resultado: Patricia no se llevó ninguna vida humana; sin embargo, tampoco se llevó la desconfianza que los mexicanos tienen del actual Gobierno de la República; lo cual, es un mensaje que -sin duda alguna- el gobierno debe analizar seriamente, pero esa es otra historia
Concluyo en esta ocasión con lo dicho alguna vez por el físico nuclear italiano y ganador del Premio Nobel de Física, Enrico Fermi: “Sea lo que sea lo que la naturaleza tiene reservado para la humanidad, por desagradable que pueda ser, los hombres deben aceptar, que la ignorancia nunca es mejor que el conocimiento.”
Aída María Holguín Baeza
Correo electrónico: laecita@gmail.com

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