Por Carlos Luján.
Dentro de las organizaciones, se conoce como paradigmas a las creencias que se dan por verdaderas o falsas, es decir; las cosas que damos por hechas. Un ejemplo similar es el de la Historia y asignaturas que se enseñan en las primarias. Para los niños es una verdad que Cristóbal colon descubrió América, sin discusión. En las organizaciones se da un fenómeno similar, y cuando su permanencia se da bien estructurada, se les conoce por paradigmas dominantes. Hace poco tuve la oportunidad de laborar en cierta empresa y me llamo la atención que las personas que llegaban a tomar por necesidad el teléfono de mi escritorio, anotaban los números a los cuales hablaban y los dejaban ahí. Cuando pregunté si había alguna persona quien revisara los números a los cuales se había hablado, ninguno me supo responder quién era esa persona. Anotaban todo, pero no entendían el propósito de hacerlo. Éste es un paradigma evidente entre los muchos que se dan dentro de las empresas y organizaciones. En las maneras de recibir información, hacer formatos, y muchos otros procesos existían muchas conductas que se perfilan para ser paradigmas establecidos.
Es necesario tener en claro cuál es el papel del emprendedor en una organización llena de paradigmas. El cambio de estos es muy difícil para las personas que ya llevan mucho tiempo trabajando y “dándolas por hecho”, les es difícil reaccionar de manera positiva hacia el cambio, lo primero que se cuestionan es “para qué si así he trabajado mucho tiempo”, este es un problema que el emprendedor tiene que superar y hacerle saber a las personas: lo necesario que es éste cambio. Es uno de los retos que el emprendedor tiene que hacer, cambiar la manera de hacer las cosas, que estos cambios sean para bien de la organización, que de esta manera se pueden realizar nuevas maneras de hacer las cosas simplificando o mejorando las anteriores.
La teoría de fuerza y movimiento del científico Newton estuvo latente por casi 200 años hasta que fue reemplazada por teoría de la relatividad de Albert Einstein, nadie aceptaba la posibilidad, el haberlo hecho fue el punto de su salto a la fama. Cambió la visión de la física para siempre. Es un claro ejemplo de los cambios en los paradigmas.
Como emprendedores tenemos la oportunidad única de cambiar la manera de hacer las cosas, y dejar nuestra huella, si bien, tal vez no en el mundo, será en la organización o empresa, para bien… y para siempre.
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