Marisela Escobedo: ¿Caso cerrado? …por Aída María Holguín
Luego de que se diera a conocer la muerte de José Enrique Jiménez Zavala “El Wicked”, presunto asesino de la activista Marisela Escobedo, el gobernador del Estado de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez dijo que con este hecho, el caso “ha quedado cerrado”.
Este mensaje del gobernador, es por demás preocupante porque deja claro que para César Duarte los casos de homicidio en Chihuahua se cierran cometiendo otro homicidio y que la impunidad seguirá imperando. Y es que hay que recordar que el “caso Rubí” (asesinato de la hija de Marisela Escobedo) fue declarado cerrado por el gobernador Duarte cuando Sergio Barraza Bocanegra, homicida confeso de Rubí Frayre (liberado “por falta de pruebas”) fuera “abatido” en 2012 por el Ejército Mexicano.
Volviendo al asesinato de “El Wicked”, con él quedan más dudas que respuestas en el caso particular del asesinato de Marisela Escobedo, y vuelve a poner en tela de juicio el actuar -en general- de las autoridades judiciales del Chihuahua; esto último, debido a que el único testigo del asesinato de Marisela Escobedo aseguró que José Enrique Jiménez no era el asesino, y que la propia Fiscalía Estado señaló en 2011 a Héctor Miguel Flores Morán, alias “El Payaso”, como el presunto homicida de la activista.
A lo anterior, hay que sumarle las inconsistencias de lo dicho por la Fiscalía en el asesinato de “El Wicked”: la información oficial inicial de la Fiscalía del Estado señalaba que “El Wicked” falleció de por causas naturales (un paro cardiaco), pero tres días después “corrigieron” dicha información “aclarando” que la causa de la muerte fue por estrangulamiento (venganza) a manos de su compañero de celda, Jaime Noel Cuevas Baeza, alias “Jimmy”.
Por otro lado, es difícil entender el por qué, o quién tomó la decisión de poner en la misma celda a quien “El Wicked” supuestamente delató como su cómplice en la masacre cometida en abril de 2012 el bar “El Colorado”.
Lo anterior, da pie para recordar también que la “cooperación” de “El Wicked” para atrapar a “El Jimmy” está en duda debido a que Jaime Noel Cuevas fue detenido en agosto de 2012, y José Enrique Jiménez fue capturado hasta el mes de octubre de ese mismo año; dicho en otras palabras, el delator fue detenido 2 meses después que el delatado.
Es importante considerar también que el asesinato de “El Wicked” se perpetró en un Centro de Reinserción Social certificado por la Asociación Americana de Correccionales (ACA) como uno de los mejores a nivel nacional; y si esto sucede en uno de los mejores penales del país, no “conviene” ni imaginar lo que sucede (o sucederá) en aquellos que no cumplen con los estándares internacionales de seguridad, protección civil y justicia.
Con todo lo anterior, resulta difícil confiar en cualquier otra cosa que diga o haga la Fiscalía General del Estado, instancia cuya misión es la de garantizar el orden, la seguridad pública y la impartición de justicia.
Queda claro pues, que con lo dicho por el gobernador César Duarte, para él han quedado cerrados dos emblemáticos casos de homicidio y de violación a los Derechos Humanos “gracias” a la muerte de los implicados, y es obvio que para Duarte eso “habla bien” de Chihuahua; sin embargo, eso no significa que se haya impartido justicia y los casos de Rubí y Marisela -como muchos otros- siguen en la impunidad; esto, tomando también en cuenta que José Enrique Jiménez no estaba cumpliendo sentencia por el asesinato de Marisela Escobedo, sino por su participación en la masacre en bar “El Colorado”.
Finalizo en esta ocasión con lo dicho en alguna ocasión por el teólogo, profesor y pacifista sudafricano, Desmond Tutu: “Enmendar injusticias sin crear justicia, siempre termina empeorando la realidad.”
Aída María Holguín Baeza
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