México: ¿competitivo?…por Aída María Holguín
-FRASEARIO-
De acuerdo con el Ranking de Competitividad Mundial 2017, publicado hace un par de meses por el International Institute for Management Development (IMD) de Suiza, México cayó -en un año- del lugar 45 al 48 (la posición más baja que ha obtenido desde 2008), de un total de 63 países evaluados.
Antes de continuar, resulta imprescindible saber que el IMD hace énfasis en que la competitividad, como concepto, ha evolucionado en las últimas tres décadas. Es por esto que, luego de realizar un amplio análisis de las distintas definiciones del concepto, lo resume de la siguiente manera: “la competitividad se refiere a la forma en que un país gestiona la totalidad de sus recursos y competencias para aumentar la prosperidad de su población”.
Independientemente de que el IMD haya resumido -en teoría- el concepto de competitividad, el ranking que -desde 1989- publica dicho organismo, considera -actualmente- más de 300 criterios de competitividad agrupados en cuatro rubros: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia de los negocios y eficiencia de la infraestructura.
Con todo lo anterior, es posible comprender de mejor manera lo que implica que México haya retrocedido -de un año a otro- tres lugares en el ranking de competitividad mundial (y 16 lugares durante el sexenio encabezado por Enrique Peña Nieto).
En ese escenario, resulta sorprendente que, en el marco de la revisión y las negociaciones que se han desarrollado en Washington en torno del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Canadá y Estados Unidos hayan declarado que no pueden competir con México.
Sin duda alguna, se trata de una declaración que debería ser motivo de orgullo; sin embargo, el tema que ha dado cabida para que ambos países hayan manifestado su incapacidad para competir con México, es sumamente bochornoso (los salarios).
Para Jerry Dias, líder de uno de los principales sindicatos de Canadá, México tiene salarios tan bajos, que sería imposible competir en este rubro porque es un factor que provoca el cierre de empresas en territorio canadiense. En ese mismo sentido, el gobierno de Estados Unidos ha sentenciado que, para garantizar condiciones laborales adecuadas y -por lo tanto- de competitividad para los tres países, la renegociación del TLCAN (NAFTA, por sus siglas en inglés) tendría que incluir un aumento generalizado del salario mínimo en México.
En ese contexto, y si se toma en cuenta que el salario mínimo actual (expresado en dólares estadounidenses) es de -aproximadamente- $0.50 en México, de $8.00 en Canadá, y de $11.00 en Estados Unidos, es entendible la postura que -en relación a los salarios- tienen los últimos dos países.
Al reflexionar sobre todo lo anterior, es evidente que México todavía está muy lejos de ser uno de los países más competitivos a nivel mundial, pero también está muy claro que, en el tema de las condiciones laborales (particularmente en lo referente a salarios), es extremadamente “competitivo”. Tanto así, que Canadá y Estados Unidos se han declarado incompetentes en ese aspecto.
En esta ocasión, concluyo con lo dicho alguna vez por el filósofo chino, Confucio: “Arréglese al Estado como se conduce a la familia: con autoridad, competencia y buen ejemplo”.
Aída María Holguín Baeza
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