Microanálisis electoral del VI Distrito…por Aída María Holguín
El sistema electoral mexicano está diseñado para que –sin importar el número de votantes- siempre haya ganadores y perdedores “absolutos”. Siendo el sexto distrito electoral federal de Chihuahua el único que “abolló” el carro completo anunciado por el PRI estatal, vale la pena analizar los resultados para poder entender la relatividad de los triunfos y las derrotas.
Hasta el momento de concluir este artículo, y de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el candidato del PAN, Juan Blanco resultó ser el ganador de la contienda, y los perdedores fueron el resto de los candidatos; sin embargo, es la candidata del PRI, Liz Aguilera la que -por obvias razones- resultó ser la gran perdedora.
En base a los resultados preliminares -que ya son irreversibles-, ahora el PAN festeja y el PRI sufre amargamente. Sin duda alguna, ambos partidos tienen sus motivos para festejar o sufrir, no obstante, los resultados de la elección requieren de un análisis que va más allá del simple hecho de que “uno perdió” y “el otro ganó”.
Considerando los resultados de las elecciones pasadas, es necesario que el PAN y el PRI reconozcan y asimilen que en realidad ambos perdieron; esto, debido a que no sólo hay que tomar en cuenta lo sucedido en el presente, sino que hay que retomar lo sucedido -al menos- en las elecciones pasadas anteriores.
En las elecciones del 2012, en este mismo distrito electoral, el PAN obtuvo 63,771 votos y el PRI 64,160. Ahora, en 2015 (con el 92.93% de actas contabilizadas), el PAN obtuvo 41,932 votos y el PRI 28,905 votos; esto, demuestra que el PAN perdió (de una elección de diputados federales a otra) 21,839 votos y el PRI perdió 35,255 votos.
Esa sí, como cuantitativamente la mayor derrota es para el PRI, y cualitativamente… también; esto último, debido a que (aún y contabilizando los casi 1,500 votos que obtuvo la alianza PRI-PVEM) los resultados dejan claro que los chihuahuenses del sexto distrito “le pasaron la factura” -a través Liz Aguilera- al Gobernador César Duarte Jáquez.
Si algún ganador hubo en esta contienda, en todo caso sería el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) porque al ser la primera elección en la que participa, y al no ser Chihuahua (y menos el Sexto Distrito) una zona en la que predomine la simpatía por MORENA, logró superar en votación a los otros 5 partidos políticos (satélite del PRI) y a los 2 de nueva creación que participaron en este proceso electoral, convirtiéndose así, en la tercera fuerza política-partidista.
Por otro lado, es necesario que el PAN y el PRI comprendan que el sistema bipartidista está en vías de extinción, y que sólo a través de una profunda reflexión y renovación interna será posible que recuperen la confianza de los ciudadanos que ahora están optando por llevar al poder a candidatos independientes (tal y como sucedió en otros estados de la República).
Finalmente (pero no menos importante), es imprescindible analizar el hecho de que el padrón electoral de dicho distrito lo conforman 266,547 personas y que sólo el 43% de esté participó en el proceso; por lo que -en términos- reales al PRI no lo avala el 89% del electorado (ya sea porque votó por otro partido, se abstuvo o anuló su voto), y al PAN solamente lo avala el 16% de los integrantes del padrón.
Seguramente lo sucedido en el sexto distrito electoral de Chihuahua sucedió en otros; sin embargo, quedará en las dirigencias de cada partido analizar y actuar en consecuencia; es decir, elegir entre renovarse o morir. De seguir eligiendo la opción de “morir”, que no les sorprenda que en el próximo proceso electoral las preferencias del electorado se inclinen hacia los nuevos partidos y/o candidatos independientes – aunque algunos de ellos hayan militado en algún partido político.
Concluyo en esta ocasión con lo dicho alguna vez por el escritor y orador de origen indio, Jiddu Krishnamurti: “Lo que importa no es cultivar la memoria, sino despertar el espíritu crítico y el análisis; pues solo así se puede llegar a comprender el significado real de un hecho en vez de racionalizarlo.”
Aída María Holguín Baeza
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