Partiendo el diamante…por David Ogaz
—Descontón—
Como en el boxeo, el primer partido de la serie, de la semifinal, entre algodoneros e indios, sirvió como round de tanteo, sobre todo para la tercera zona quien no había enfrentado a la primera zona en este campeonato; eso sí, la gente de la frontera sí tuvieron oportunidad de estudiar a la novena naranja, durante el sexto y séptimo juego de la serie entre Delicias y Parral, a parte de la bola de ardidos que quisieran ver perder al actual campeón, ya le habían dado santo y seña a la tribu sobre las virtudes y los defectos de la escuadra naranja.
Ese primer juego sirvió para darse cuenta de que el equipo de la frontera cuenta con una línea bateadora de primer nivel, y un extraordinario staff de pitcheo, que teniendo una buena salida, pueden ganarle al más pintado. Además de un muy buen fildeo, y mejor corrido de bases.
Dicen que en la guerra y en el béisbol todo se vale, deportivamente hablando, y en este caso, ya se vio que el lanzador Mario “ el tucán “ Quintero es un individuo temperamental, quien fácilmente pierde la cabeza y puede perjudicar a su equipo, entonces pues ahí, es cuando los jugadores de experiencia de algodoneros deben poner su granito de arena.
En cuento al bateo aborigen, el cuerpo técnico algodonero ya debió haberse dado cuenta de que ellos son bateadores de rectas con velocidad, pues de seguro, se la pasan practicando con la máquina de bateo, y para muestra un botón, pues “el zurdo” Luis Sánchez los dominó con curvas, cambios de velocidad e incluso con “mentiras “; y cuando el relevista “ Chema “ Muñoz los quería acabar con rectas, los toletes fronterizos se dieron vuelo.
Esperemos que para este próximo fin de semana, ya esté recuperado “el cerrador” de lujo de algodoneros, José Alberto “ el burris “ Gutiérrez, quien vaya que hizo falta en estos primeros juegos de la semifinal, ya que cuando todo mundo pensábamos que el relevista José María Muñoz ya había alcanzado su nivel de juego, luego de una lesión, se vio que ante este tipo de equipos, como lo es Juárez, se necesita algo más que estar simplemente bien.
Por otro lado, ojala y el manager algodonero, Don Gil Morales, por fin, deje de estar tentando a la suerte, pues parece que juega en contra del béisbol o confía demasiado en su equipo, pero “ tanto va el cántaro al agua, hasta que se quiebra “. Y dígame si no, estimado lector, en el primer juego, octava alta, estando empatado a una carrera, corredores en primera y en segunda, con uno fuera, el siguiente bateador, el catcher Edgar Jiménez da imparable al central, ahí se va arriba Juárez 2 – 1, ¿no le parece que ahí era el momento preciso para traer otro pitcher, para no darle más ventaja al equipo contrario ? Y qué paso, el mandamás naranja, le da confianza al relevista, y la entrada termina con el marcador 3 – 1 . Y así termino el partido.
La moraleja de estos dos primeros juegos, es que ya termino “el round de estudio”, y ahora sí, “vamos a ver de qué cuero salen más correas” y qué equipo se ajusta al pitcheo contrario, y trata de sacar provecho de las debilidades del oponente. Ya lo veremos este próximo fin de semana, cuando la serie se traslade, a la muy lástimada, ciudad Juárez.
Ojala, y el equipo naranja vuelva a sacar la casta a la hora cero, y obligadamente se traiga un juego de la frontera. Así sea.
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