Reconocimiento a mis padres…por Aída María Holguín
-FRASEARIO
Con motivo del 51 Aniversario de la fundación de la Escuela Secundaria Federal “Aurelia Ortiz de Borunda”, ahora “ES-53”, ubicada en Colonia Nuevas Delicias (también conocida como Nuevo Delicias) perteneciente a la sección de El Sauz del municipio de Chihuahua, el viernes pasado se llevó a cabo un evento en el que, a través de los testimonios de exalumnos y exprofesores, se enfatizó el hecho de que la fundación de la escuela fue producto de la proeza de la comunidad. De un pueblo que se sigue sintiendo orgulloso de haber hecho historia en el campo educativo de la región.
En dicho evento, quedó de manifiesto el cariño, respeto y, sobre todo, agradecimiento del pueblo hacia los exprofesores que, en su momento, fueron factor decisivo y definitorio para concretar la que un día fue una “simple” idea o inquietud de los habitantes de la zona.
Los emotivos e inspiradores testimonios (que pude escuchar de viva voz) en torno a la fundación y primeros años de la escuela, son pequeñas historias que forman una gran historia, misma que sirve como claro ejemplo de que, cuando el pueblo se une y trabaja con fervor y con amor, es capaz de lograr cualquier cosa.
Sin duda alguna, este evento también sirvió como instrumento para revelar el inmenso valor que tienen la educación y el acceso al conocimiento, dejando para la reflexión lo poco que se les valora en la actualidad.
Así lo confirmó mi padre, el profesor (ya jubilado) Jacobo Holguín Guerra, durante su improvisada participación: el entusiasmo de participar (en aquella época) y seguir participando, es para ampliar la acción hacia la sociedad poniendo en práctica las ideas que se tienen sobre el servicio social. “A algún pueblo yo llegué porque me enamoraron, y ese pueblo del que me enamoraron se llama Nuevas Delicias” –resaltó mi papá–. Después de esa introducción, centró su breve discurso en el hecho de que todo fue producto del amor porque, el trabajo que todos hicieron (padres de familia, maestros y alumnos), fue por amor y con amor.
Sirva pues este texto para, en primer lugar, agradecer en nombre de toda mi familia (“familia” en su amplia concepción) a la Coordinación de Exalumnos de la Escuela Secundaria de Nuevas Delicias, por el invaluable reconocimiento hecho al “Profe Holguín” (como todavía le dicen) “por su participación en la proeza de fundar la escuela y contribuir con su dedicación y talento para que los jóvenes de la región tuvieran acceso al conocimiento”, dando -además- “testimonio de su valor en la historia de la cultura de la región, ya que su enseñanza en las aulas fue un pilar importante para muchos profesionistas, porque su calidad humana significa el ejemplo que muchos de nosotros todavía nos esforzamos por alcanzar”.
En segundo lugar (pero no menos importante), sirva también este texto para reconocer pública y merecidamente a mi madre, Aracely Baeza Sánchez, por acompañar solidariamente a mi papá en las buenas, en las malas y en las peores. Particularmente en esa época en la que, recién casada y, posteriormente (poco tiempo después) ya embarazada de mi hermano René, no dudó en embarcarse en una nueva “aventura” con mi padre. Suceso que los llevó (por amor y con amor) a vivir temporalmente en Nuevo Delicias, y a que ambos formaran parte del cuerpo docente fundador de la Escuela Secundaria ES-53.
En esta ocasión, concluyo con la ayuda una frase de autor desconocido: “Demos, de vez en cuando, un reconocimiento a otros. No por quedar bien o porque sea la costumbre, sino porque nace de corazón”.
Aída María Holguín Baeza
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